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Tres formas de practicar la aromacología para combatir el estrés


Septiembre llega, una vez más, cargado de nuevos proyectos y objetivos a nivel laboral o académico que cumplir. Con todo ello, también vuelve el estrés del día a día y hace cada vez más mella en nuestra salud mental y física. En este sentido, existen alternativas como la aromaterapia que favorecen la relajación y disminuyen el estrés.

Cabe destacar que desde los 3 años los seres humanos ya tenemos desarrolladas las células olfativas al completo y somos capaces de distinguir hasta 500 olores. Los aromas tienen efectos en nuestra vida diaria y, por eso, pueden influir de forma beneficiosa para nuestra salud.

La aromacología es la ciencia que estudia los efectos de los aromas sobre el sistema nervioso central, de modo que establece relaciones verificables desde una perspectiva científica y de forma estadística. Además, según un estudio japonés, los aceites esenciales estimulan el sistema nervioso simpático, mientras que otros lo calman. Esto sucede porque el sistema nervioso puede alterar efectos fisiológicos, por ejemplo, el ritmo cardíaco, la conducción de la piel, la presión arterial, la actividad eléctrica del cerebro o el proceso de aprendizaje. Al fin y al cabo, los aromas pueden influenciar la bioquímica del sistema nervioso.

Y es aquí donde juega un papel fundamental la aromaterapia, que utiliza los aromas y los aceites esenciales para aliviar dolencias psíquicas y físicas tales como el estrés y el nerviosismo. Desde Kneipp, recomiendan algunas formas de practicar la aromaterapia en casa y que se pueden complementar con los productos cosméticos adecuados:

Mediante inhalación: añadir unas gotas de aceite esencial a un cuenco con agua caliente e inhalar su vapor es una de las prácticas más comunes, sobre todo para aliviar problemas respiratorios o catarros. Son buenos aliados para estas afecciones los aceites esenciales de lavanda, menta, eucalipto o árbol del té.

Aplicación sobre la piel: utilizar productos específicos mediante masajes es otra de las mejores alternativas. En este sentido, la loción corporal Relaxing de Kneipp contiene aceites esenciales de lavanda, que ayuda a liberar tensiones y a una relajación más placentera. Además, también contiene una parte importante de aceites vegetales con alto poder nutritivo y pantenol. Asimismo, contribuye a la hidratación de la piel y previene su envejecimiento prematuro gracias a las vitaminas A y E. Cabe destacar que nunca se deben aplicar los aceites esenciales directamente sobre la piel, en su estado puro. Por eso, una forma segura de aprovechar sus beneficios aromacológicos es usar productos cosméticos que los contengan, como las diferentes gamas de Kneipp.

Ducha con aromaterapia: ideales para relajarte gracias al agua caliente, puedes aprovechar el momento de la ducha para utilizar el gel de ducha Goodbye Stress de Kneipp, cuyos aceites esenciales de romero y extracto de menta acuática te ayudarán a dejar atrás el ajetreo diario. Además, para una experiencia aromática completa después de la ducha, la loción nutritiva con manteca de karité y el complejo de aceite de cuidado natural proporciona a la piel una hidratación intensiva y la hace suave al tacto.

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