La historia de Royal Warrant se remonta a la época medieval, cuando la competición por el favor real era intensa y el monarca elegía a los mejores comerciantes del país. En el siglo XV, el Lord Chambelán, como jefe de la Casa Real, nombró formalmente a los comerciantes con una Orden Real de Nombramiento, una práctica que continúa hasta el día de hoy.
Y es que no hace falta ponerse la corona para disfrutar como reyes, pues un porcentaje considerable de estas credenciales concedidas las ostenta la industria de los espirituosos, entre los que destacan los ya icónicos Tanqueray y Johnnie Walker.
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