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PROTECCIÓN SOLAR - Pautas para preservar correctamente la belleza de la piel

Estrella Pujol

Si bien la radiación solar es necesaria para nuestro organismo porque ayuda a sintetizar la Vitamina D, e imprescindible para ayudarnos a fijar el calcio en los huesos, una sobre exposición o una exposición sin control puede ser altamente perjudicial para la salud, además de acelerar el proceso de envejecimiento cutáneo.

Para preparar y fortalecer la resistencia natural de la piel a los rayos UV, Oxigen recomienda comenzar antes de la época estival tomando complementos ricos en betacarotenos y antioxidantes que promuevan la producción de Vitamina A, y fijen sus pigmentos naturales bajo la piel, ofreciéndole mayor protección y un bronceado más rápido y radiante.

Además, a la hora de elegir un filtro solar debemos tener en cuenta no sólo nuestro tipo de piel y, por tanto, su índice protector, sino dónde lo vamos a usar. Latitud, altitud, playa o montaña tienen índices de incidencia de los UV distintas. E igual de importante es usarlo correctamente, por ello el equipo de Oxigen nos recuerda la importancia de una buena aplicación:

- Si optamos por un filtro solar químico, deberemos aplicarlo al menos media hora antes de exponernos al sol. De este modo, nos aseguramos que su acción es óptima al haberle dado tiempo para que se asiente en superficie.

- Si preferimos un producto que ofrezca una protección mineral (óxido de zinc y/o dióxido de titanio), ofrecen protección desde el momento de su aplicación, aunque también en este caso recomendamos dejar pasar unos minutos entre aplicación y exposición. Son ideales en casos de pieles muy reactivas y/o sensibles.

- Ya sea químico o físico, siempre debemos buscar fórmulas que ofrezcan protección “de amplio espectro” o “broad spectrum” en inglés. Esta especificación reglada por ley, nos garantiza que no sólo nos protege también de los UVA, degradadores de las funciones esenciales y del ADN celular. Además del tipo de filtro debemos primar sobre aquellos productos que incluyan antioxidantes en la fórmula, ya que estos, ayudarán a minimizar la incidencia de los UV y reforzarán los sistemas protectores naturales de la propia piel, como la melanina, el té verde o las vitaminas C y E.

- Aplicar la cantidad apropiada: una avellana en el rostro, una almendra en los brazos, una nuez en las piernas y dos nueces más en el torso: una en el dorso y otra en el reverso de dichas zonas.

- Cubrir toda la superficie cutánea. En este sentido es importante, siempre que se pueda, aplicar un producto específico y en un formato que facilite esta función. Mejor elegir una crema o un gel que una bruma solar, y mejor aplicar una capa de crema solar antes del maquillaje que confiar en que nuestros productos de maquillaje ofrezcan la protección que anuncian.

- Reaplicar el producto cada dos horas, y/o después de cada baño. En el caso que llevemos maquillaje y no queramos alterarlo, ahora sí podremos aplicar encima una bruma solar o retocar el maquillaje con productos con filtros de amplio espectro.

- También retirar convenientemente los filtros solares al final de la jornada es clave para mantener la salud y belleza de la piel. Debemos recordar que son productos creados para “agarrarse” a la piel con todas sus fuerzas, y que los podemos reaplicar múltiples veces a lo largo del día con la consiguiente saturación del poro. Oxigen recomienda realizar una exhaustiva doble limpieza, primero con un producto con base oleosa y no espumante (aceite, leche, bálsamo…) para desprender los filtros, la sal y/o el cloro y polvo, seguida de una segunda pasada con un producto en gel o espuma, que limpiará la piel y el poro.

- Durante el tiempo que duren nuestro periodo de exposición solar, podemos ayudarnos de cuidados intensivos para compensar la agresión con la aplicación de mascarillas hidratantes y nutritivas cada día tras la limpieza al final del día. Gesto que, idealmente, deberíamos seguir realizando al menos hasta una semana después de nuestra despedida de las vacaciones.

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