En tiempos de confinamiento y alerta sanitaria, la empresa ha recibido la notificación oficial de la Certificadora IFS de que este año aprueba la certificación con una nota final del 96,54% que los sitúa en la máxima posición posible: “High Level”.
El sector de la distribución y fabricación alimentaria está siendo clave en estos tiempos. Aunque la restauración ha quedado fulminantemente cerrada con el estado de alarma, Frigorífics Ferrer, no ha dejado de prestar servicio al resto de clientes abiertos tales como Supermercados, Tiendas de alimentación tradicionales, Pescaderías, Residencias, Hospitales, etc. La empresa de pescado fresco y congelados, de propiedad familiar, y con más de 95 años de experiencia en el sector, sigue liderando los estándares de calidad especialmente en su fábrica de congelado en Vic, y en la de elaboración de pescado fresco y 4ª gama que dispone en Mercabarna.
La empresa ya fue líder en la obtención del certificado de calidad ISO 9001:2015 que dispone desde hace años, y recientemente, también se ha preparado para obtener la norma IFS (International Food Standard) orientada a regular internacionalmente los procesos de fabricación para garantizar la Seguridad de los productos que se fabrican, así como la trazabilidad, los planes de contingencia o las garantías en materia de seguridad alimentaria.
Adicionalmente, la empresa está preparándose para certificarse en materia de sostenibilidad con el sello internacional MSC/ASC en una buena parte de los productos que fabrica Ferrer. Este distintivo azul, determina que el producto (sea de pesca salvaje o de piscifactoría), ha estado cultivado o pescado, y tratado en su cadena de producción y custodia según los estándares de sostenibilidad establecidos por este organismo internacional.
Los responsables de Ferrer reiteran que todas estos acometidos “son consecuencia del trabajo en equipo y el esfuerzo y compromiso de todos los departamentos para llegar a estos niveles de exigencia y excelencia que constantemente nos proponemos”. La nota “High Level” en IFS representa un reconocimiento al trabajo actual, y a la vez, supone para todos un reto y responsabilidad de cara a seguir cumpliendo las expectativas en próximas ediciones.