En España el 27’8% de la población se encuentra en riesgo de pobreza o de exclusión y 4,5 millones de personas no pueden hacer frente al pago de la factura eléctrica de sus hogares. La curva ascendente de los precios de la electricidad desde agosto de 2022, sumado a la inflación que estamos viviendo, se ha hecho visible en la subida de un 70% en las facturas de los hogares, desencadenando situaciones como la incapacidad de mantener una temperatura en el hogar dentro de un rango adecuado, tanto en las olas de calor como en las olas de frío.
Cruz Roja pone el foco en esta problemática, señalando además que las viviendas donde residen los colectivos vulnerables suelen tener calificación energética E, F, y G, lo que hace que el gasto término de estas viviendas suponga el 84,5% del gasto energético total del hogar.
Ante esta situación, Cruz Roja actúa ofreciendo todo tipo de respuestas, desde ayudas económicas para facilitar el pago de las facturas de la electricidad y del gas a los hogares con mayores dificultades, hasta la entrega de kits de eficiencia energética o talleres de ahorro energético.
En la Comunidad de Madrid, Cruz Roja ofreció respuestas en esta línea a 1.080 personas durante el pasado año, con entrega de 1.073 kits de eficiencia energética; impartiendo talleres a 1.082 personas, y reacondicionando 13 viviendas para un consumo energético eficaz.
Paralelamente a esta intervención, y dentro del plan Cruz Roja Reacciona, la Organización ha atendido hasta el momento a 212 personas en situación de pobreza energética en la Comunidad de Madrid a las que ha impartido talleres de eficiencia energética, además de hacer entrega de 158 kits de ahorro energético y financiar 144 suministros de energía.
Toda esta labor ha sido posible gracias a la implicación de 110 personas voluntarias en la región.
¿Qué debemos hacer para ahorrar en la factura eléctrica?
Desde Cruz Roja se lanzan una serie de consejos útiles de cara a abaratar el coste de la factura energética y hacer un consumo más responsable y sostenible:
- En primer lugar, revisar la potencia del contrato de electricidad para asegurarnos que la potencia contratada se ajusta a nuestras necesidades. El IPC (interruptor de control de potencia) puede ser un indicador de ello: si nunca ha saltado, podemos plantearnos contratar menos potencia.
- El uso responsable de los electrodomésticos: desde programas ECO para lavavajillas, hasta el uso del calor residual de las placas y hornos. También se recomienda no dejar en stand by los aparatos electrónicos.
- Ajuste del termostato a niveles de temperatura realmente necesarios, tanto en invierno como en verano.
- Uso de productos de bajo consumo como las luces LED, con una vida útil más prolongada y un consumo menor que las tradicionales.