Al día

El ciclista José Luis Martínez recorre 1.000 kilómetros solidarios por la lucha contra el cáncer infantil

Carpisa Foods, empresa líder del sector cárnico industrial español, se sumó al reto solidario del ciclista José Luis Martínez, quien ha recorrido diferentes localidades de España, durante más de tres días sin dormir, alcanzando los 1.000 kilómetros a lo pedales. Esta acción tenía como objetivo recaudar fondos para la lucha contra el cáncer infantil. Así, los fondos recaudados, incluidos los de Carpisa Foods, han sido donados a la Fundación Aladina, organización que proporciona apoyo integral psicológico, material y emocional a niños y adolescentes enfermos de cáncer, así como a sus familias.

Enmarcada dentro de su política de Responsabilidad social corporativa, la compañía cárnica madrileña decidió demostrar su compromiso con la sociedad, en este caso uniéndose al reto solidario de José Luis. “Estamos muy contentos de habernos sumado a este proyecto tan loable. Carpisa Foods siempre ha tenido el fiel compromiso de colaborar con la sociedad y esperamos que este reto no sea sino la continuación de otros muchos” declaraba Virginia Orozco, directora de RRHH de Carpisa Foods.

Cuatro días “non-stop” contra el cáncer infantil

Después de casi cuatro días pedaleando, haciendo únicamente paradas estratégicas de aprovisionamiento y pequeños descansos de máximo treinta minutos, José Luis Martínez, madrileño de cuarenta y ocho años, llegaba este domingo a Majadahonda (Madrid) después de iniciar su aventura desde la localidad sevillana de Guadalcanal. José Luis empezaba este reto con muchas ganas, “todo el equipo está deseando empezar. Han sido unas semanas de entrenamiento muy duro, pero nos queda la parte más fuerte de este reto”, declaraba el madrileño antes de empezar su andadura en Guadalcanal.

Un reto solidario con vínculos familiares

Este reto solidario trataba de unir todas aquellas localidades en las que José Luis tiene un arraigo especial. Salía desde Guadalcanal, donde nació su padre, y desde esta localidad tenía que llegar a la localidad cacereña de Zarza de Granadilla, de donde eran sus abuelos y veraneaba de pequeño con su madre. “Son etapas con mucho desnivel, en las que pones el cuerpo al límite, pero el subidón de cada etapa y las ganas de completar cada una de ellas son mucho mayores”, ha comentado José Luis, en mitad de uno de los pequeños descansos, cuando llegaba a Plasencia el sábado 19 de junio alrededor de las seis de la mañana. Además de las dificultades del terreno por el que ha discurrido este reto, había que añadirle la oscuridad de la noche, lo que añadía un gran grado de peligrosidad a esta aventura.

Continuaba así su marcha por caminos de tierra hasta llegar a Colmenar de Montemayor, en Salamanca, una de las paradas más emotivas para Martínez. Este bonito pueblo de Salamanca es donde nació su mujer y de donde era originaria su madre, lo que lo convertía en una de las paradas más emocionantes para el ciclista madrileño. “No se me olvida que este es un reto que dedico a mi madre, es un homenaje a ella”, relataba José Luis emocionado y cansado en el descanso del pueblo salmantino.

Rumbo a Madrid

Desde Salamanca, José Luis y su equipo continuaban la marcha hasta su destino final. Tras casi tres días sin dormir y más de 800 kilómetros a sus espaldas declaraba, “tengo sensaciones encontradas. Estoy deseando llegar a Majadahonda y poder ver a mi familia, pero por otro lado no quiero que esto se acabe. El calor de la gente que nos vamos encontrando en cada lugar me está ayudando a continuar. Está siendo uno de los retos más emotivos que he realizado”, añadía Jose Luis Martínez en Robledo de Chavela, la penúltima etapa antes de terminar este reto.

Finalmente, y después del último parón en Griñón, donde el ciclista y su equipo han hecho parada en la planta de Carpisa Foods, ponían rumbo final a Majadahonda, donde entre una temperatura más que agradable y alguna que otra nube, llegaban pasadas ya las diez de la noche. “Han sido unos días muy emocionantes y duros. Estoy muy contento de haber realizado esta hazaña y de que hayamos podido visibilizar más un problema como es el cáncer infantil. Espero que esto que hemos hecho sirva para que la gente pueda aportar su granito de arena para luchar contra esta enfermedad, sobre todo en los más pequeños”, relataba Jose Luis después de haber descansado tras el gran reto.

Terminaba así uno de los mayores retos nacionales hasta la fecha, dividido en 12 etapas de entre 80 y 90 kilómetros cada una. Sin lugar a dudas, los kilómetros más solidarios en la lucha de esta enfermedad.