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Tecnología RFID, el sistema de identificación que también triunfa entre las pymes


Una de las tecnologías con mayor crecimiento en los últimos tiempos es el sistema RFID de Identificación por Radiofrecuencia, cada vez más implantado por las compañías que apuestan por sustituir los ya tradicionales métodos de recuento y localización y revolucionar la forma de hacer negocio. Moinsa, empresa referente en soluciones intralogísticas, nos cuenta cómo cada vez más sectores apoyan la implantación y uso de este tipo de sistemas que aporta notables ventajas en muchos ámbitos de aplicación.

La tecnología RFID ha llegado para quedarse. No hay duda de que se trata de una tecnología que evoluciona a pasos agigantados, que favorece el desarrollo de una nueva oleada de innovaciones tecnológicas y de la que se espera un futuro prometedor.

Cada vez más sectores se unen al uso de este tipo de tecnología, como es el caso de la intralogística (sistemas para almacén) y tiendas. La aplicación del RFID en este tipo de división es cada vez más común, por su gran utilidad y eficiencia durante todo el proceso, ya que aporta una solución integral y optimiza la cadena de suministros.

Esta tecnología permite la automatización de la logística y distribución de mercancías, desde su recepción, clasificación, almacenamiento y envío hasta su punto de destino. El RFID permite capturar datos y controlar los movimientos sin intervención humana, identificando las unidades que ingresan a las instalaciones de la empresa, y obteniendo información para su control, evaluación y recuento de seguridad. También permite saber en tiempo real la cantidad de mercancía dentro del almacén y en qué departamento se encuentra, entre otros beneficios del uso de esta tecnología.

Aunque el coste del RFID ha sido tradicionalmente un obstáculo, el ahorro que se consigue a medio plazo hace que el retorno de la inversión suponga un incremento de la rentabilidad en el negocio. Es por ello que su implantación ya no solo se limita a las grandes compañías, sino que también las pymes apuestan por el uso de este tipo de aplicaciones. En palabras de Ismael Herreros, Global Key Account Manager en Moinsa RFID y con casi 20  años de experiencia en el ámbito de la tecnología, “hay una fuerte tendencia a asociar el RFID con grandes inversiones. En Moinsa, partimos de la defensa férrea de que esto ya no es así. Diseñamos e implementamos proyectos que pueden estar al alcance de cualquier pyme, por ejemplo, una pequeña tienda”. Y es que, en este sentido, ya no hace falta ser una gran compañía para contar entre tus instalaciones con mobiliario inteligente, como los que Moinsa trabaja, que permiten tener el inventario actualizado constantemente, evitando situaciones de bajo stock e, incluso, fijando una dinámica de precios que permita modificarlos si se necesita liquidar el producto.

A la hora de hablar de los diferentes sectores que implementan el RFID en sus procesos, cabe destacar el de la alimentación, un subsector dentro de retail. Éste sería un ejemplo avanzado, ya que está tomando la delantera dentro del uso de la tecnología, empleando el RFID en los puntos de venta. Asimismo, según asedas, en España unas 19.500 tiendas se dedican a la distribución alimentaria, por lo que la implantación de esta tecnología en esta área en concreto será de una gran utilidad. Por otro lado, la trazabilidad se da durante todo el proceso (desde el almacenamiento de producto, hasta su colocación en el punto de venta) y resulta vital para evitar errores de preparación de pedidos. Los lotes van etiquetados y después, según la operativa de cada empresa, o bien de manera automatizada se preparan pedidos con sistemas de clasificación como el sort by light. También pueden prepararse de forma más manual por los operarios (leyendo de una estantería o zona de almacenamiento la etiqueta mediante un dispositivo de mano, como, por ejemplo los de Zebra)

En el almacén de alimentación es muy importante el transporte y la clasificación de cajas vacías, también lo es la del propio producto para preparar su expedición, creando lotes que se etiquetan y se clasifican por destino. El sistema RFID es de gran utilidad, no solo para la recepción, fechas y lotes de proveedor o datos durante los procesos de elaboración, sino también para aportar un etiquetado óptimo según las normativas de trazabilidad.

Otra de las implantaciones donde se ha extendido el RFID es el transporte público, donde los usuarios pueden ahora abonar su billete a través del teléfono móvil. También el sector sanitario se ha sumado a un programa piloto de identificación de pacientes.

La tecnología RFID se ha convertido la mejor aliada para reducir de manera drástica los costes en procesos como la mano de obra, la optimización y competitividad. Es por ello que, poco a poco, son más las compañías que se suman a la tendencia del RFID, independientemente de su sector o tamaño. En Moinsa somos conscientes de la evolución en el mundo de la tecnología y nuevas plataformas, por lo que trabajamos para proporcionar, cada vez más y mejor, soluciones de gestión, identificación y movilidad fiables”, añade el experto en codificación, Ismael Herreros.