En los últimos años, las altas temperaturas no han dejado de aumentar y tampoco su duración, ya que se mantienen pasado el verano. Este hecho, sumado a que en otoño hay ausencia de enemigos naturales, ha provocado un incremento exponencial de la población del chinche verde en las zonas agrícolas. También conocido como Creontiades, se trata de un parásito que se alimenta principalmente de larvas de moscas blancas y otros insectos chupadores pero que, en ausencia de estos, se nutre de los mismos vegetales. En España, Almería es una de las áreas agrícolas que más están sufriendo sus consecuencias: el chinche verde ya afecta al 50% de los invernaderos de pimiento y berenjena de esta provincia.
El tema preocupa especialmente a los agricultores ya que se trata de una de las plagas que más daños económicos provoca a cultivos herbáceos como el algodón, el pimiento, la berenjena o la alfalfa; sus picaduras reducen en gran cantidad los frutos de los invernaderos y, además, fomentan la entrada de bacterias y hongos, lo que aumenta su pudrición. Además, esta época del año coincide con la etapa de floración y formación del fruto de estas variedades, por lo que las convierte en el blanco perfecto.
El humus de lombriz, esencial para proteger a la planta del Creontiades
Para hacer frente al chinche verde y evitar las pérdidas económicas que supone, la clave está en la prevención. “Prevenir este tipo de plagas es fundamental para el agricultor, ya que sus picaduras derivan en decoloración y deformaciones de los frutos y, por lo tanto, en una reducción del precio de venta”, explica Francisco Martín, director técnico de Nostoc Biotech, una compañía especializada en fertilizantes naturales y control biológico a base de microrganismos derivados del humus de lombriz.
Ante esta situación, el humus de lombriz se presenta como una solución biológica muy efectiva para controlar esta plaga. “La mejor manera de prevenirla es mediante abonos orgánicos y ecológicos libres de tóxicos. En este sentido, el humus de lombriz es una alternativa muy eficaz y totalmente natural formada por un conjunto de microrganismos vivos que se instalan en la raíz de la planta para protegerla de patógenos y fomentar su crecimiento”, explica el experto.
Además de su eficacia contra el chinche verde, Francisco Martín explica que el humus de lombriz de Nostoc Biotech consigue aumentar la productividad de los cultivos: “gracias a su alta concentración microbiológica, aporta a la planta los nutrientes esenciales que le permiten aumentar su productividad, así como la calidad de los frutos”. También se trata de una solución que destaca “por su nulo impacto sobre la fauna, por su efecto fertilizante en el cultivo y por no generar resistencias al producto”.
Otras medidas preventivas para combatir el chinche verde
La aplicación de soluciones a base de microrganismo derivados del humus de lombriz se puede reforzar con otras medidas que permiten evitar este insecto:
1 Colocar mallas en las aberturas de la planta, vigilar y controlar su estado; en especial cuando coinciden con la dirección de los vientos dominantes.
2 Eliminar las malas hierbas y restos de cultivos, ya que pueden actuar como un estanque para las chinches.
3 Utilizar material vegetal sano procedente de viveros o semilleros autorizados. El pasaporte sanitario de estos debe conservarse durante un año.
4 Aumentar el tiempo de espera para realizar una nueva plantación.
5 Favorecer la existencia de otros insectos auxiliares a través de productos fitosanitarios.
6 Rotar los cultivos.
7 Usar trampas cromotrópicas adhesivas amarillas desde el principio.
Con todo, la prevención es clave en la lucha contra las plagas. Tal y como apunta Nostoc Biotech, es más sencillo controlar su propagación y evitar daños en los frutos si se toman las medidas necesarias cuando la presencia del insecto se encuentra todavía en un estadio inicial.
Para saber más: https://www.nostoc.es/