A escasos metros de Cala Ferrera, el hotel Barceló Aguamarina goza de una ubicación privilegiada desde donde experimentar todos los encantos de la isla. He aquí cuatro planes imprescindibles para todo tipo de viajero
Se acerca el periodo estival y son muchos los que soñamos con pasar unos días en verano en la Islas Baleares. Y es que, ya sea por su clima templado, su variada naturaleza o su rica gastronomía, Mallorca cautiva cada año a viajeros en buscan de aventura, una buena dosis de vitamina D y días de total desconexión a orillas del Mediterráneo. No es de extrañar que la isla haya sido elegida Destino de moda del mundo de 2022 en la categoría Destinos de los Travelers’ Choice del portal Tripadvisor. Un palmarés que la plataforma publica cada año basándose en la opinión de sus usuarios y que, en el año 2019, ya situó Mallorca en el primer puesto de los destinos nacionales más populares.
Barceló Aguamarina se encuentra en un paraje de belleza poco recorrido, en el sudeste de la isla. A pie de la Cala Ferrera, y a escasos kilómetros de la Reserva Natural de Mondragó y del yacimiento arqueológico Closos de Can Gaià, este hotel se postula como la mejor opción este verano para disfrutar de la naturaleza, la cultura y la gastronomía de la isla en todo su esplendor.
Explorando la Mallorca escondida
Un plan para el relax: nadar en la Cala Ferrera
Mallorca, la isla mundialmente conocida por su gran oferta playera, todavía esconde rincones por conocer, entre ellos, Cala Ferrera. Este oasis balear destaca por su carácter relativamente desconocido, lo que la convierte en esa playa perfecta para desconectar, dar un paseo en barco o nadar en sus aguas turquesas.
Los acantilados que flanquean la cala permiten practicar actividades como el buceo o el esnórquel, y contemplar de cerca sus recónditas rocas y grutas. Aprovechando la proximidad del hotel, los huéspedes pueden disfrutar de un acceso directo y gozar de una experiencia prácticamente privada.
Un plan para aventureros: un paseo por la Reserva Natural de Mondragó
Después de un baño relajante en el mar toca pasar a la aventura. A tan solo unos kilómetros de la cala se encuentra una de las grandes joyas naturales de la isla de Mallorca: la Reserva Natural de Mondragó. Este escenario natural de más de 700 hectáreas es un sitio idóneo donde conectar con el entorno y con unos mismo. Declarado parque natural en el año 1992, se puede visitar a través de recorridos guiados, senderismo libre, rutas en bicicleta o incluso en barco.
Su gran diversidad paisajística se hace aparente en sus bosques de acebuche y pinar, orquídeas y encinares, campos de cultivo de secano y sabinas litorales. Algunos hotspot a no perder son el estanque dulce de s'Amarador y el salobre de ses Fonts de n'Alis.
Se trata además de un lugar único para avistar aves gracias a su privilegiada ubicación en la ruta migratoria de Europa Occidental. Declarado Zona Especial de Protección para estos animales, ofrece una visita de gran interés para los amantes de la ornitología. Los alcaravanes, palomas, tórtolas, cernícalos o abubillas son algunos de los habituales en los cielos la zona.
Un plan cultural: un viaje al pasado en Closos de Can Gaià
Ubicado a las afueras de la población de Porto Colom y a poca distancia del hotel, el yacimiento arqueológico Closos de Can Gaià encandilará sobre todo a amantes de la historia y a los viajeros más curiosos. El monumento, de estructura ciclópea, invita al visitante a imaginar cómo se vivía en el pasado en este poblado datado de la Edad del Bronce. El yacimiento está conformado por nueve navetas, un tipo de construcción prehistórica típica en la zona destinada a labores y actividades cotidianas como la preparación y el consumo de alimentos o el descanso.
El plan más local: saborea la autenticidad en Santanyí
Si bien es uno de los destinos más turísticos de nuestra geografía, Mallorca ha sabido mantener intactas sus tradiciones, gastronomía típica y riqueza cultural, conservando así su esencia. El mercado de Santanyí es una parada obligatoria para aquellos que buscan un plan 100% genuino. Se celebra los miércoles y sábados de 9:00 a 14:00 en su Plaza Mayor, lugar donde se dan cita todo tipo de propuestas con el producto local y de cercanía como gran protagonista.
Con puestos que ofrecen desde productos típicos (queso, sobrasada, vinos…) hasta otros dedicados a elementos de decoración o a la artesanía textil característica de la isla, el mercado ofrece a sus visitantes otra forma de acercase al patrimonio mallorquín en una de las más bellas localidades costeras baleares. Y a solamente 14 km del hotel Barceló Aguamarina.