Al día

La ley de desperdicio alimentario no entiende de elecciones ni de colores

La convocatoria de elecciones ha supuesto que muchas leyes que estaban pendientes de aprobación se hayan paralizado. Este ha sido el caso de la Ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, que ya se había aprobado en el Congreso por amplia mayoría y estaba a semanas de su aprobación definitiva (se encontraba en manos del Senado) pero se ha quedado suspendida tras la disolución de las Cortes por la convocatoria anticipada de elecciones generales.

Victoria Albiñana, responsable de Relaciones Institucionales y Asuntos Públicos de Too Good To Go en España explica: 

"Hace un año que se aprobó el anteproyecto de ley y en este tiempo ha habido mucho trabajo para que esta Ley se pusiera en marcha. Pero dada la situación, no nos queda más remedio que volver a empezar y seguir luchando para que más pronto que tarde contemos con una legislación a este respecto.
 
En la actualidad, se desperdicia un total de 7,7 millones de toneladas de alimentos anuales en España, lo que equivale a 250 kg de alimentos al segundo. Esto ocurre mientras 6 millones de personas sufren pobreza alimentaria en España por falta de recursos y más de 828 millones de personas pasan hambre en el mundo. Además, se trata de un problema medioambiental que conlleva un uso ineficiente de nuestros recursos en todo el territorio: el desperdicio de alimentos representa el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas, mientras que el 30% de la tierra cultivada se está utilizando para producir alimentos que nunca se van a consumir.
 
Además, en el año 2015, España se comprometió a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible entre los que se incluye el de reducir el desperdicio alimentario. Tal y como también recoge la ley de residuos y suelos contaminados, el 50% de los residuos alimentarios per cápita en el plano de la venta minorista y de los consumidores y una reducción del 20% de las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro para 2030, como contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS 12.3) que hay que recordar establecen la meta de reducir a la mitad la pérdida y el desperdicio global de alimentos para finales de esta década.
 
Por todo ello, desde Too Good To Go, creemos que ha llegado el momento de reconocer que el desperdicio alimentario es un reto de país, que no entiende de elecciones ni de colores políticos, sino que pide consenso de toda la sociedad. Por ello, reclamamos que gane quien gane en las próximas elecciones del 23 de julio, el nuevo gobierno resultante retome la acción para superar este gran reto y podamos contar pronto con la tan necesaria ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario".