Mayo es, sin duda, el mes más madrileño del calendario, que arranca mañana con el puente del Día del Trabajador y el Día de la Comunidad de Madrid y culmina, a ritmo de chotis, con las fiestas de San Isidro, patrón de la ciudad. Así que para brindar por estas fechas de celebración, nada como los dos tempranillos con la D.O. local que la bodega centenaria Vinos Sanz (www.vinossanz.com) tiene en su catálogo desde que Ana Carbajo y su familia están al frente: Sanz La Capital y Sanz La Capital Roble.
Dos monovarietales que reivindican lo castizo, no solo en el origen de su uva, sino también en la imagen de sus botellas, que rinden homenaje a dos grandes arterias de la ciudad: el paseo de La Castellana, con el Estadio Santiago Bernabéu, y el río Manzanares, a la altura del desaparecido Vicente Calderón. El primero, Sanz La Capital, es un vino joven, carnoso y equilibrado, de atractivo color cereza, limpio y brillante. En nariz, despliega aromas a frutas rojas con un delicado fondo floral, mientras que en boca mantiene esa frescura y amabilidad gracias a sus taninos bien integrados, algo que lo convierte en el acompañante ideal tanto de una tabla de embutidos y quesos como de platos más elaborados como carnes rojas, asados o ahumados. El PVR de su botella es de 7’40 € y en su tienda online venden el pack de 6 a 45’40 €.
En contraste, Sanz La Capital Roble se presenta como el más ‘maduro’ de este dúo madrileño. Con una crianza de 6 meses en barricas de roble francés y americano, este vino mantiene el carácter frutal pero suma notas de cacao, vainilla y torrefactos, logrando un perfil más elegante y estructurado. De color cereza, en boca es equilibrado, largo y con una sedosa sensación aterciopelada. Su PVR es de 8,65 € y en su web se puede encontrar la caja de 6 botellas a 53 €.