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Ibéricos Casa Lucas de Extremadura: ¡Oro histórico!

• Segundo año consecutivo ganando la medalla de oro a la calidad mundial en su jamón por el International Quality Institute Monde Selection de Bruselas • El reconocimiento se produce después de que en 2023 obtuviera también el Superior Taste Award 3 estrellas medalla de oro por aroma y sabor y el primer sello AENOR como producto destacado por su sabor, textura y olor con cata a ciegas entre 80 consumidores • La compañía dobló su facturación en 2023, superando el millón de euros y exportando el 29% a Europa y Asia

Ibéricos Casa Lucas, empresa familiar constituida en 1952 y radicada en Monesterio (Badajoz), ha obtenido por segundo año consecutivo la medalla de oro en el certamen del International Quality Institute de Bruselas por su Jamón Gran Reserva Premium.

Creado hace 61 años, el International Quality Institute realiza anualmente durante cinco meses una evaluación exhaustiva de los productos seleccionados mediante un análisis sensorial y científico. Para cada categoría utiliza un total de 25 parámetros que contemplan no sólo el tipo de producto, sino también su origen y el mercado de venta. Entre otros factores evalúa el gusto, el aroma, la textura, el sabor, la sensación en boca y la huella organoléptica. El jurado está compuesto por chefs laureados con estrellas Michelin, miembros de los Mastercooks de Bélgica, periodistas gastronómicos y profesores universitarios relacionados con la salud y la restauración.

Ibéricos Casa Lucas fue fundada por Francisco Hidalgo y en la actualidad sigue siendo una empresa familiar dirigida por su nieto Antonio Hidalgo. La empresa tiene una capacidad de producción limitada a unos mil jamones anuales y dobló su facturación en 2023 respecto al año anterior alcanzando los 1.082.000 euros. El 22% de su producción se exporta a Europa principalmente a Alemania y Francia, y el 7% a Asia sobre todo a Japón y Tailandia.

Una de sus singularidades que hace que el aroma y el sabor de su producción sea especial es que bajo el suelo de su secadero fluye un manantial de aguas termales antiguamente usado para un molino de aceite. Esta humedad constante hace que los jamones adquieran un moho característico durante el periodo de curación, que se alarga durante cuatro años. Los animales son de raza ibérica, criados por ganaderos locales de las dehesas de Monesterio y elaborados siguiendo la tradición familiar.

Para Antonio Hidalgo, “no hay ningún jamón que haya conseguido este hito histórico que posiciona a Monesterio como referente mundial. Es un producto gourmet resultado de un proceso de curación muy particular y que es nuestro mejor secreto. Creemos en la elaboración artesanal y todos los premios que estamos recibiendo confirman la excelencia de nuestro jamón”.