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Tiempo de Navidad, tiempo de brandy de Jerez


Después de años difíciles, el brandy recupera su esplendor en el mercado nacional En Navidad se disparan las ventas como objeto de regalo de lujo

El brandy de Jerez está viviendo una segunda juventud en España. Aunque su prestigio siempre se ha mantenido intacto en mercados exteriores –como México, Filipinas o Alemania-, en las últimas décadas la demanda nacional se había centrado más en otros espirituosos. Pero esta tendencia está cambiando en los últimos años, debido sobre todo a dos circunstancias. 

La primera de ellas es el auge de la coctelería. En las grandes ciudades del país han abierto en los últimos meses numerosos locales, con extensas cartas surgidas de la creatividad de expertos mixólogos, donde el brandy de Jerez suele tener un protagonismo elevado, dada su calidad y versatilidad, que mejora cualquier creación líquida. Igualmente, en los restaurantes cada vez es más habitual ver convivir la carta de vinos con la de cócteles, presentes no solo en el aperitivo o la sobremesa, sino en muchas ocasiones siendo protagonistas en el maridaje de la comida.   

La otra circunstancia que está ayudando al resurgir del brandy de Jerez en España se da precisamente en esta época del año, ya que regalar brandy se ha puesto de moda entre los sibaritas y foodies. Su imagen de prestigio, la indiscutible calidad que le lleva a estar considerado como uno de los grandes espirituosos del mundo, la exclusividad de su presentación habitualmente lujosa y el estar asociado a los grandes momentos y las celebraciones, como la Navidad, hacen que este mes salga más brandy que nunca de las bodegas de Jerez. 

¿Qué es exactamente el brandy?

El brandy está considerado como la bebida espirituosa más noble de todas, ya que proviene de la destilación de vinos y aguardientes, frente al origen de otros productos agrícolas, como la patata, la cebada o las melazas, del resto de destilados. 
 

El proceso que se sigue para la obtención del brandy consiste básicamente en la destilación mediante la acción del calor de una bebida ya fermentada, en este caso vino, con el fin de evaporar y posteriormente concentrar el alcohol y otras sustancias aromáticas contenidas en ese vino del que se parte. Para obtener un litro de brandy es necesario destilar hasta 3 litros de vino, para los que a su vez se precisan unos 5 kgs. de uva. 
 

De entre todos los brandies que se elaboran en el mundo, el brandy de Jerez siempre ha estado considerado por los expertos y buenos aficionados como uno de los más reputados. Su prestigio proviene de dos características propias de la vinicultura en el Marco de Jerez, la primera de ellas es el uso de las singulares ‘botas de Jerez’, barricas de roble americano de 500 litros de capacidad que han sido usadas para el envejecimiento de vinos de Jerez. De hecho, la clase de envinado previo de cada bota marcará el estilo de brandy obtenido, así vasijas que contuvieron finos darán brandies más pálidos, que las que sirvieron para envejecer olorosos o amontillados, mientras que aquellas que estuvieron en sistemas de pedro ximénez propiciarán un brandy más oscuro y abocado.   

El otro rasgo de identidad propia es que el sistema de envejecimiento del brandy es el mismo que el de los jereces, es decir, que se respeta el método dinámico de criaderas y soleras, por el que se establecen distintas escalas de envejecimiento (criaderas) por las que han de ir progresivamente pasando los aguardientes hasta alcanzar el nivel deseado de vejez. Del último nivel, denominado solera por ser el que está más cercano al suelo, se realiza la saca final, que son los brandies listos para su expedición comercial. Una misma cantidad del brandy extraído de la solera es repuesto por brandy de la primera criadera, operación –denominada rocío- que se repite en las escalas anteriores. Este genuino sistema se viene aplicando en el Marco de Jerez desde el siglo XVIII y constituye una de sus señas de identidad, que en la práctica permite que todos los brandies que se comercializan amparados por el Consejo Regulador del Brandy de Jerez contengan, independientemente de su envejecimiento certificado, partes que se remontan a décadas o siglos atrás, según el origen de cada sistema de criaderas y soleras de cada bodega de envejecimiento. 

Bodegas Fernando de Castilla

Una de las bodegas de Jerez más reconocida por la calidad de sus brandies es la Bodega Fernando de Castilla, radicada en pleno barrio de Santiago en 1837. Aunque en la actualidad elabora todo tipo de jereces, ya en los años 70 de la pasada década, la familia Andrada Vardelwilde creó la marca Fernando de Castilla –tomando el nombre del rey Fernando III de Castilla ‘El Santo’ quien reconquistó buena parte de Andalucía en el siglo XIII y descubrió las cualidades excepcionales del suelo y el clima del Marco de Jerez para producir sus vinos únicos- con la idea de producir un brandy excepcional. 

En 1999 es el noruego Jan Pettersen el que se hace cargo de la propiedad y la gestión de la bodega, dotándola de una fuerte presencia internacional, lo que ha hecho que en los últimos años los brandies de Fernando de Castilla estén conquistando mercados tan dispares como China, países nórdicos, del este de Europa o Latinoamérica. 

Fernando de Castilla cuenta en la actualidad con 4 brandies, 1 en la categoría Reserva y los 3 restantes en la de Gran Reserva. El primero de ellos es el Solera Reserva, que envejece 5 años en botas de roble americano que contuvieron amontillados viejos, lo que le otorga una nariz con notas tostadas y una boca equilibrada. 

Por su parte, el Solera Gran Reserva ya acumula una crianza superior a los 15 años, en una primera etapa en estático y en la segunda en el sistema de criaderas y soleras, resultando un licor amplio, elegante, suave y redondo. El Solera Gran Reserva Selecto Decanter resulta de una selección de 3 brandies con crianzas que oscilan entre los 12 y los 20 años, dando como resultado un brandy especialmente sabroso y largo. Finalmente, la joya de la corona es el Solera Gran Reserva Único, una rareza de edición muy limitada, que se ha convertido en un objeto de culto para coleccionistas, por su larguísima crianza que supera las cuatro décadas. Único es un brandy con una nariz intensa y fragante, una boca aterciopelada, compleja y excepcionalmente larga.

En definitiva, ya sea para regalar o para regalarse, como copa de sobremesa o en un sofisticado cóctel o para maridar con jamón, queso o a los postres, el brandy de Jerez puede ser un perfecto compañero en la mesa estas Navidades.