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Los vinos Carpe Diem Trasañejo y Carpe Diem Añejo Pedro Ximénez obtienen la Medalla de Oro y de Plata en el Concurso Mundial de Bruselas

Estos reconocimientos se han obtenido tras la cata de 525 muestras vinos dulces y fortificados

Las Bodegas Carpe Diem de la Sociedad Cooperativa Andaluza Agrícola Virgen de la Oliva SCAAVO han sido galardonadas en el Concurso Mundial de Bruselas en la categoría de vinos dulces y fortificados con la Medalla de Oro al Carpe Diem Trasañejo y la Medalla de Plata al Carpe Diem Añejo Pedro Ximénez.

En el concurso, celebrado del 20 al 23 de septiembre en Marsala (Sicilia), se han catado en total 525 muestras de los mejores vinos dulces, por lo que obtener estos reconocimientos es todo un éxito. Además, también cabe destacar el Carpe Diem Dulce Natural que ha conseguido una puntuación de 81,20.

“Bodegas Carpe Diem agradece estos reconocimientos con el que se reafirma el gran trabajo realizado y la excelente calidad de sus vinos”, señala el director de las mismas, Germán Luna.

Mientras que el vino Carpe Diem Añejo Pedro Ximénez es el primer premio que recibe en este 2022, con esta medalla de oro ya son tres las que suma el Carpe Diem Trasañejo en este año, ya que este anteriormente ha recibido las medallas de Oro de los concursos de Lyon y Frankfurt, así como el premio Sabor a Málaga de la Diputación Provincial.   

Carpe Diem Trasañejo

De color muy oscuro con amplia capa en la que el fino menisco ofrece tonos yodados en copa. El movimiento es aceitoso, con lágrima gruesa, densa y coloreada. Aparecen higos frescos, fruta confitada y notas cítricas. En boca es graso, muy amplio y suculento con textura suave.

Este vino combina con frutas ácidas, frutos secos, quesos y patés. La temperatura óptima de consumo es entre 4ºC y 7ºC.

Carpe Diem Añejo Pedro Ximénez

Vino dulce color oscuro con menisco yodado, de aspecto pingüe. Con aromas a café, cacao, fruta confitada y cítricos. Con un importante peso varietal y un profundo recuerdo a pasas. Complejo e intenso. Sedoso y nada empalagoso. El postgusto es largo y muy placentero.

Muy apto como vino de postre, combina con migas, quesos, frutas cítricas y compotados, como el dulce de membrillo.