Al día

Valoración sobre el SMI

Luis Pérez, Director de Relaciones Institucionales - Randstad

Es recomendable que toda subida del salario mínimo cuente siempre con el consenso de las partes que participan en el diálogo social, es decir, Gobierno, sindicatos y patronal. No realizarlo bajo esta premisa puede llevar a desequilibrios en el mercado de trabajo y afectar de forma significativa tanto a las familias como a las empresas.

El aumento del SMI no solo responde a la promesa del Gobierno de beneficiar a los trabajadores, alcanzando el 60% del salario medio, sino también, al escenario de la inflación sin precedentes a la que se están enfrentando los mercados desde el pasado 2022.

La clave para reducir los niveles de pobreza laboral no está tanto en incrementar el SMI como en aumentar las horas de trabajo, algo no se está consiguiendo.[1]

Es necesario tener en que en cuenta que, por un lado, el bajo crecimiento económico que se prevé para 2023 tendrá un impacto importante en la reducción de la contratación, y por otra, la rigidez de la reforma laboral está produciendo un aumento significativo en la contratación parcial o fija discontinua.

Aunque en principio esta medida parece conceder cierta seguridad a los trabajadores, la realidad es que les está conduciendo en muchos casos al pluriempleo, ya que deben encontrar alternativas para compensar las horas no trabajadas y así poder cubrir sus necesidades económicas.

Un incremento del SMI sin prudencia ni consenso puede terminar condenando al desempleo a los colectivos que en teoría se pretende proteger con esta medida: por ejemplo, el de los jóvenes, especialmente los que tienen menos formación.

Es recomendable que en nuestro país se establezcan mecanismos para potenciar la cualificación y recualificación de habilidades en los colectivos vulnerables, y así favorecer su empleabilidad en los sectores que están demandando más trabajadores.

Las agencias de emple tenemos la absoluta disposición de ser aliadas estratégicas del Gobierno dado nuestro conocimiento y experiencia en conciliar la oferta y demanda de empleo. Según un reciente estudio publicado por Randstad, un aumento de un punto en la penetración de estas empresas permitiría que 483.000 jóvenes lograrán un puesto, y que 66.000 jóvenes abandonen el desempleo.

 

[1] Según la EPA, las horas trabajadas en el 4T de 2022 fueron 630.197 por semana, mientras que en 2019 fueron 639.961.