Una cuarta parte de los turistas en el mundo viaja por negocios, lo cual representa 280 millones de personas que viajan con motivo profesional, tanto para reuniones, congresos o convenciones, tal como afirman los datos de Spain Convention Bureau. Según estos mismos datos, por ende, el turismo tiene un impacto económico significativo, concretamente, 7.000 millones de euros anuales en España.
El turismo de congresos, conocido como MICE por sus siglas en inglés Meetings, Incentives, Conventions and Events, se ha convertido ya en una parte estratégica del sector turístico que, en los últimos años, no ha dejado de crecer, llegando a reunir actualmente a casi 4 millones de personas al año. En el caso de España, Madrid y Barcelona son las dos ciudades que acogen casi el 50% de los encuentros profesionales, y Barcelona es, concretamente, la 4a ciudad a nivel mundial que organiza más congresos (156), según las estadísticas de la Asociación de Congresos y Convenciones Internacionales (ICCA).
El MICE, que consigue reunir cientos de profesionales internacionales en una misma sala, tiene un gran éxito en particular en el sector médico-sanitario, el principal sector de actividad. Este año, de hecho, se celebró el primer gran congreso post-pandémico en Zaragoza, que consiguió reunir a 3.000 médicos internacionales. “Este tipo de congresos no solo cuenta con una fuente inagotable de conocimientos y una mediatización que pone al evento en el centro de atención directa, sino una fuente de crecimiento tecnológico y económico de gran peso para que la ciudad en la que tiene lugar, declaran fuentes de Ostelea Tourism Management School, escuela de formación de turismo internacional.
Ventajas del turista de MICE para una ciudad
La economía que activa el turismo de congresos tiene actualmente una estrecha relación entre el destino y su desarrollo tecnológico: estancias, transporte, servicios personalizados, organización de los eventos, mediaticidad, etc., por lo que una de las ventajas que ofrece este turismo es que favorece la desestacionalización. Además, el turista de negocios tiene un poder adquisitivo mayor y el gasto medio suele ser más alto que el del turista de ocio.
Concretamente, el turista de negocios gasta unos 206 euros diarios, mientras que el turista de verano gasta, de media, 146 euros diarios, según datos de Ostelea. Por tanto, esto supone que el turismo MICE genera un 30% más de ingresos que el turismo de ocio.
Por lo general, el futuro de los congresos parece ser bastante alentador. Aunque en 2020 todos los eventos se vieron cancelados por la pandemia, dejando atrás en Barcelona 56 congresos sin celebrarse, el pasado 2021 el país ya consiguió incrementar un 60% su actividad relacionada con el sector. Este 2022 las predicciones son muy positivas para la capital catalana, que ya tiene 101 eventos confirmados hasta 2025, y recuperará aquellos suspendidos el año pasado para celebrarlos durante 2022 y 2023. “De hecho, este año el Ayuntamiento de Barcelona invertirá 2 millones de euros, gestionados por Turismo de Barcelona, para la celebración de grandes citas, sobre todo vinculadas al ámbito tecnológico y científico. La ciudad es un gran foco de innovación y es un gran receptor de la cultura internacional”, añaden las fuentes de Ostelea.
Por otro lado, la reapertura de este sector también implica ciertos cambios en la organización, que deberá adaptarse a las nuevas tendencias y medidas de seguridad, así como prepararse para los nuevos retos de comunicación entre personas. Desde Ostelea Tourism Management School prevén que el consumo local será el principal destino de interés de los invitados. Además, las adaptaciones tecnológicas permitirán la asistencia total a los eventos de forma híbrida. Sin embargo, hay una clara preferencia para la presencialidad en este tipo de celebraciones, sobre todo en los congresos médicos.