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La Fundación Daniel y Nina Carasso hace balance del 2022, un año de diálogo y de lucha contra la inseguridad alimentaria

• Durante los últimos doce meses la Fundación ha invertido más de cuatro millones de euros en subvenciones en más de 50 proyectos de alimentación sostenible y arte ciudadano • En 2022 la Fundación impulsó unoconcinco, los primeros encuentros de la alimentación sostenible en España, donde se debatieron los principales retos para caminar hacia modelos más justos, ecológicos e inclusivos • La segunda edición del Premio Artista comprometido otorgado por la Fundación recayó en los españoles Basurama y José Suárez ‘El Torombo’ y los franceses Eric Minh Cuong Castaing, Valérie Mréjen, Mohamed El Khatib y el camerunés Barthélémy Toguo

La Fundación Daniel y Nina Carasso hace balance del año 2022, un año marcado por un contexto sanitario que ha permitido el reencuentro físico de muchas de sus actividades. En total, la Fundación ha invertido más de cuatro millones de euros en España en más de 50 proyectos de alimentación sostenible y arte ciudadano. “Asumimos la responsabilidad de financiar, ayudar a crecer, visibilizar, relatar y dar voz a “futuros deseables”, además de demostrar que juntos somos capaces de afrontar positivamente los desafíos medioambientales y sociales de nuestro tiempo”, afirma Isabelle Le Galo, directora para España de la Fundación.

Con vistas a multiplicar su impacto y su capacidad de inspirar, la Fundación ha impulsado el Premio Artista Comprometido. Los cinco galardonados de la última edición, los franceses Eric Minh Cuong Castaing, Valérie Mréjen y Mohamed El Khatib, Barthélémy Toguo y los españoles Basurama y José Suárez 'El Torombo', son la prueba del poder transformador del arte en las ciudades, los colegios, las residencias de mayores, los barrios deprimidos o los centros de cuidados, entre otros espacios. “En un contexto de crisis sin precedentes, nuestro papel como fundación se centra en apoyar a aquellos actores que trabajan para construir un horizonte colectivo más pleno, respetuoso con las personas y los ecosistemas”, asegura Isabelle le Galo.


Combatir la precariedad alimentaria 
La Fundación cree en una sociedad que sitúa a las personas y al planeta como núcleo central e invita a la responsabilidad y los cuidados hacia el otro. En este contexto, mantiene intacta su labor contra la precariedad alimentaria, algo que cada vez afecta a un número mayor de personas, tanto en Francia como en España. En respuesta a esta realidad, la Fundación Daniel y Nina Carasso asistió al despliegue de nuevas formas de acceso a una alimentación sostenible para el conjunto de la sociedad, todas ellas basadas en valores comunes, y con la premisa de situar al público implicado en el centro de las acciones.

Durante el primer trimestre del año Ana Moragues y la Universidad de Barcelona publicaron Alimentando un futuro sostenible, un amplio estudio en torno a la inseguridad alimentaria en España que aporta datos claros: un 13,3% de los hogares españoles experimenta inseguridad alimentaria. Por eso, “alimentar los vínculos es también ofrecer espacios de encuentro y diálogo”, comenta la directora. Así, el pasado 27 de octubre tuvieron lugar los primeros encuentros de la alimentación sostenible en España, bajo el título de unoconcinco y con la participación de cerca de 600 asistentes (tanto de manera presencial como online) entre actores del sector y medios de comunicación, se habló de las realidades actuales y de los retos que tenemos por delante. unoconcinco reunirá bienalmente a los principales actores del sistema alimentario en España con el propósito de que se convierta en un espacio de conexión entre dos mundos y en catalizador de colaboraciones en favor de la transición alimentaria
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Además, el programa de acompañamientos individuales y colectivos Cartae pone a disposición de los proyectos herramientas y recursos para su desarrollo, su consolidación y su cambio de escala. A lo largo de 2022 han sido más de 130 los beneficiarios de este programa a través de 20 acompañamientos diferentes. “Es imprescindible que esta atención a los vínculos se prolongue en el tiempo y se base en una relación de confianza”, cree Isabelle le Galo.

Durante el 2022 también se celebró una nueva edición de la convocatoria bienal de Sistemas Alimentarios Territorializados (SAT), que proporcionó siete proyectos, de los cuales cinco dan continuidad a trabajos previos. Esta convocatoria apoya aquellos proyectos que diseñen y ejecuten políticas alimentarias locales para transitar hacia un sistema alimentario más sostenible. Además, el nuevo contexto sanitario permitió la realización de nuevos encuentros presenciales como el de Terralimenta, programa que da a conocer e impulsa el trabajo de los Grupos de Acción Local (GAL). De cara a este 2023 la Fundación se propone conquistar las cooperativas agrarias: durante el primer trimestre se identificará un grupo de 10 o 12 cooperativas con las que se trabajará, después, una hoja de ruta de la transición propia a cada una.

La Fundación no solo ha apoyado la puesta en marcha nuevos proyectos y dado continuidad a otros sino que también ha impulsado estudios e investigaciones que, después de varios años de trabajo, se han presentado en público. Uno de ellos ha sido una guía para la incorporación de agricultores y ganaderos publicada junto a CERAI bajo el título #ReGeneraciónRural. En este marco la Fundación ha lanzado el podcast Que viene el lobo de Nuria Pérez y siguiendo esta estela, también se ha presentado la segunda temporada de ¿Cómo comemos?, el podcast del think tank Alimentta que guía hacia una alimentación sostenible. Además, ha lanzado el Libro blanco de la alimentación sostenible que ha sobrepasado las barreras de la propia Fundación. 

En busca de sociedades más inclusivas
“En el camino de la transformación hacia sociedades más ecológicas, inclusivas y plenas también es importante celebrar las victorias y cultivar la alegría creando lazos y poniendo en contacto a personas de diferentes colectivos”, asegura Isabelle Le Galo. Para ello, en complemento a la misión de mecenazgo de la Fundación, en 2015 se creó el fondo de impacto «FDNC-SFS» con la colaboración de Quadia. Junto a ellos la Fundación ha puesto en marcha el programa de apoyo a proyectos en fase inicial Tiina, dirigido a actores innovadores de los sectores del arte y la alimentación, que inauguramos en 2022 para España y que se lanzará también en Francia a comienzos de este año.

En el contexto del Arte Ciudadano se celebró una nueva convocatoria de Alianzas para una democracia cultural, iniciativa con la que la Fundación impulsa una cultura accesible. Los seis proyectos seleccionados en esta segunda edición pondrán en marcha procesos de mediación artística que promuevan una participación activa de la ciudadanía en la vida cultural. La Fundación también impulsa proyectos como Concomitentes, que promueve la creación de obras de arte entre la sociedad civil que las encarga y los/las artistas que las producen. También ha puesto en marcha la segunda edición de Complemento Directo, un programa de becas y acompañamiento llevadas a cabo por hablarenarte para 14 estudiantes de mediación en diferentes universidades españolas. Y para ampliar el impacto, en 2023 se pondrá en marcha un proceso de capitalización de este programa con la ayuda de la Universidad Autónoma de Madrid. Además, en septiembre se lanzó, junto al Museo Reina Sofía y la asociación hablarenarte, la segunda convocatoria de residencias de la plataforma MAR de mediación y nuevas institucionalidades.

Hacia 2023: ampliando horizontes
Con la renovación del equipo en 2022, la Fundación Daniel y Nina Carasso se ha planteado nuevas metas en materia de alimentación sostenible y arte ciudadano, con los desafíos climáticos y de justicia social como hilo conductor de nuestra próxima estrategia (2024-2028). En el ámbito de la alimentación sostenible se acercará a la producción agraria y al suelo como punto de conexión entre el sistema alimentario, el cambio climático y la justicia social.

En torno al arte ciudadano trabajará por primera vez con la Red ACTS con el proyecto Grapa, contará con un proyecto piloto en torno a la educación artística expandida con foco en la mediación junto al Teatro Real y acompañará a instituciones culturales como la Biblioteca Nacional o el Museo Nacional de Artes Decorativas en sus proyectos de mediación y democracia cultural. Gracias a un incremento significativo del presupuesto, en 2023 podrá explorar nuevas acciones y probar nuevos enfoques filosóficos, mejor adaptados al contexto de crisis múltiples en el que vivimos actualmente.