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Al día

El exceso de flúor puede perjudicar la salud bucodental

Durante la infancia, el consumo de flúor se convierte en una rutina habitual para combatir la caries y el sarro, sin embargo recurrir a él en exceso puede provocar manchas dentales e incluso caries. “La mejor y más segura vía de administración de flúor es la aplicación tópica de forma cotidiana con el uso de pastas de dientes” afirma la Dra. Benalal, cirujano dentista y directora de la Clínica Benalal.
 
-      Consumir flúor previene las caries, pero su abuso puede alterar la función de las células que forman el esmalte, provocar manchas en los dientes y favorecer las caries.
 
-      El empleo inadecuado de chicles, enjuagues o colutorios que lo contienen puede elevar la dosis mínima segura.
 
-      La dosis recomendada por los expertos oscila entre 0,05 y 0,07 mg. por kilogramo de peso corporal.
 
BENEFICIOS DEL FLÚOR EN NIÑOS Y ADULTOS
 
En nuestra infancia, el consumo de flúor se convierte en una rutina habitual para paliar la caries dental y el sarro, provocados por el crecimiento de bacterias. Así mismo, ayuda a solidificar los huesos, incrementando el déficit de calcio y vitamina D. No obstante, “la proliferación de productos enriquecidos con flúor, como por ejemplo chicles, enjuagues bucales o colutorios pueden elevar la dosis mínima segura y poner en riesgo la salud bucodental de los más pequeños”, según advierte la doctora Carolina Benalal, cirujano dentista y directora general de la Clínica Benalal de Madrid.
 
Aunque es excelente para proteger los dientes a todas las edades, los niños son el grupo que más se beneficia del uso del flúor, ya que sus dientes aún están en formación. Éste actúa en tres áreas significativas: aumenta la resistencia del esmalte por la reacción del fluoruro con el calcio de los mismos; favorece la remineralización al permitir la entrada en su estructura de iones de calcio de fosfato, y tiene acción antibacteriana atacando a las bacterias que colonizan la superficie de los dientes.
 
Las acciones en el adulto también son muy beneficiosas y el consumo de flúor está recomendado principalmente para aquellos pacientes que sufren pérdida ósea. En estos casos, ayuda a prevenir o eliminar la sensibilidad al frío y evita la aparición de caries en el cuello o en las raíces de los dientes.
 
CONSECUENCIAS DE LA HIPERFLUOROSIS
 
La dosis recomendada por los expertos debe oscilar entre 0,05 y 0,07 mg. por kilogramo de peso corporal, pero hay que tener cuidado con el consumo de flúor por otras vías, ya que si excede ciertos límites puede generar fluorosis. “Es una condición crónica que aparece como resultado de la ingesta de demasiado fluoruro durante el periodo de desarrollo de los dientes, generalmente desde que nacen y hasta que se cumplen los seis u ocho años”, comenta la doctora Benalal, que advierte de que “el abuso de flúor en los dos primeros años de vida puede cronificar la fluorosis en la edad adulta”.
 
Existen tres niveles de fluorosis. En el estado dental leve pueden surgir estrías o líneas a través de la superficie del diente; en la fase moderada, los dientes son altamente resistentes a la caries dental, pero tienen manchas blancas opacas, mientras que en el grado severo el esmalte es quebradizo y pueden ser muy visibles manchas marrones en los dientes. Cuando el trastorno se encuentra en su fase inicial, es posible que la dentadura sea restaurada, aunque si la dieta alimentaria es deficiente, el problema dental puede agravarse.
 
La doctora Benalal recomienda no abusar del flúor ni de los productos enriquecidos a menos que nos lo recomiende nuestro odontólogo. “La salud de nuestros dientes, más que de una rutina de higiene a base de flúor, depende de un buen cepillado después de cada comida y de evitar el exceso de azúcar y alimentos refinados”. Asimismo, “debemos tener en cuenta que el principal peligro procede de la ingesta de flúor por vías no controladas no controlables, como la sal y algunas aguas minerales”, añade.
 
Para la doctora Benalal, “la mejor y más segura vía de administración de flúor es la aplicación tópica de forma cotidiana con el uso de pastas de dientes de alto contenido en flúor y manteniendo su contacto con el esmalte durante, por lo menos, dos minutos, que es la duración recomendada para el cepillado”.
 
CLÍNICA BENALAL
 
Creada en 1998 y abarcando las ramas de Odontología General y Especializada, la Clínica Benalal se ha consolidado como una de las mejores clínicas dentales de nuestro país. La formación internacional y multidisciplinar de su equipo profesional es continua, lo que permite ofrecer un servicio puntero en todas las técnicas odontológicas, incluyendo la estética dental. Su directora, Carolina Benalal, ejerce desde 1987 y en Madrid, en clínica privada, desde 1991. Con el objetivo de diferenciarse de las clínicas dentales convencionales, la doctora ha dotado a Clínica Benalal del equipamiento más puntero y las últimas tecnologías, ofreciendo un trato al paciente totalmente personalizado e integral, adaptándose en cada caso a sus necesidades.  

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