LA TÉCNICA:
Hidratación: Unos labios deshidratados no pueden maquillarse bien. Hazte con un buen bálsamo labial y úsalo como si no hubiera un mañana.
Elige tu fórmula: No es lo mismo una barra mate que un brillo de labios, una fórmula satinada o un perfilador labial.
El color: Colores y matices hay muchos y si piensas que no te queda bien algún color es porque no has dado con el matiz. Elige rosas, rojos, magentas o morados que te gusten y busca el matiz cálido o frío que encaje con tu piel clara o cetrina.
La aplicación: Simplifica, pero no te pases. Es cierto que un labial rojo de larga duración aplicado sobre una base de perfilador en el mismo tono queda de muerte, pero también lo es que no siempre buscamos un efecto delineado impecable y de color block. A veces sólo queremos un velo de color... En cualquier caso, para empezar te recomendamos aplicar la barra de labios con la ayuda de un pincel para poder aplicar el producto con precisión en las comisuras y en el arco.
La forma: Si vas a probar colores intensos te recomendamos que no retoques la forma para nada. Si respetas la forma de tus labios, especialmente el arco, te verás natural con este tipo de tonos.
Look: Menos es más. La sobriedad te ayudará a adaptarte a los cambios de color poquito a poco así que opta por un maquillaje de rostro y ojos sencillo y una ropa neutra.
|