La comunidad científica está pidiendo una regulación más estricta sobre los suplementos dietéticos después de que el pasado 28 de julio una joven de 28 años falleciera en Don Benito (Badajoz) tras sufrir un fallo multiorgánico antes de salir a correr y después de tomar una dosis de ácido lipoico más alta de la recomendada. Ante esto, el experto en Nutrición de la Asociación de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales, COFENAT, el doctor Felipe Hernández, se pregunta si “hubiera tenido la misma repercusión mediática que un ciudadano muriese tras una ingesta de 7 u 8 gramos de paracetamol, por fallo hepático, un ‘supuesto’ nada “infrecuente, por desgracia, dado que este fármaco, que se expide sin receta, se recomienda en dosis no muy alejadas de la dosis tóxica”.
Con respecto a la cobertura mediática sobre el caso de la mujer extremeña, el nutricionista opina que hemos asistido a “una nueva cruzada en contra de los suplementos dietéticos utilizando como argumento el trágico desenlace de la joven extremeña que ‘supuestamente’ falleció por la ingesta de ácido lipoico”. Y añade: ”Dando por sentado que así fuese, cosa que tendrá que clarificar la autopsia, me pregunto si hubiera tenido la misma repercusión mediática que un ciudadano muriese tras una ingesta de 7 u 8 gramos de paracetamol, por fallo hepático. Un “supuesto” nada infrecuente, por desgracia, dado que este fármaco que se expide sin receta y que se recomienda en dosis no muy alejada de la dosis tóxica (en ocasiones a demanda según el dolor)”.
Hernández explica que “el ácido alfa lipoico es un compuesto derivado del ácido graso octanoico que nuestras células son capaces de sintetizar” y “un cofactor enzimático crucial en infinidad de procesos relacionados con la protección endógena frente a la oxidación”. Aunque existen “estudios científicos serios sobre su interés como suplemento antioxidante, como neuroprotector , cardioprotector, en la mejora de la sensibilidad a la insulina en pacientes con Diabetes Tipo 2, y de la neuropatía diabética dolorosa”, explica, “no existe evidencia significativa sobre que la ingesta del ácido lipoico como suplemento en las dietas de control de peso o como estrategia para el control ponderal o la reducción de la grasa corporal tenga un efecto positivo o de valor clínico”.
El nutricionista afirma que “las dosis de todos los estudios que se han realizado hasta la fecha oscilan entre 300 y 600 mg./día (8) y dosis de 1800 mg/día y 2400 mg/día no tuvieron ningún efecto secundario durante un período de 6-7 meses, registrándose efectos deletéreos (oxidación y deficiencia en minerales) en dosis de equivalencia humana entorno a los 3 – 5 gramos de ALA al día, niveles muy superiores a cualquier recomendación dada tanto en los estudios científicos realizados como por los laboratorios fabricantes del suplemento”.
"Cualificado no significa con prescripción"
Según el especialista, “en el país en el que más suplementos dietéticos se consumen el número de fallecimientos por la toma de suplementos dietéticos (lo que incluye vitaminas, minerales, aminoácidos, extracto de plantas medicinales, creatina, glucosamina, etc, etc.) fue de 0 y, en contraposición, nos encontramos con que en el mismo país mueren cada año más de 225.000 personas en los hospitales por yatrogenia médica o por un acto médico”.
Hernández defiende que “es necesario que un profesional cualificado supervise la toma de los suplementos y que, con el uso de ciertas plantas medicinales, hay que tomar precauciones, especialmente si la persona toma además medicamentos. Pero, a pesar de los muchos fallecimientos por tratamientos farmacológicos mal recomendados, “nosotros” no negamos la utilidad de toda la medicina moderna”.
Y concluye que está “a favor de que los suplementos dietéticos sean recomendados por profesionales cualificados”, pero insiste “cualificado en este campo no hay que asociarlo indiscutiblemente a una prescripción médica”. “De hecho, no son muchos los médicos capaces de manejar con rigor y experiencia los suplementos dietéticos, ya que es necesaria una formación especializada al respecto”, concluye.
Profesor Felipe Hernández
Miembro de la Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales, COFENAT, nº 425. Diplomado en Nutrición, Alimentación y Salud Pública, Experto en Macronutrición y Micronutrición aplicada a la salud y la calidad de vida, Bioética en Ciencias de la Salud, Pruebas de diagnóstico de laboratorio, Máster en Nutrición Clínica y Metabolismo, Máster en terapias Naturales, Doctorado en Ciencias de la Alimentación con mención en Nutrición y Metabolismo. Formación no reglada en España: Naturopatía, Fitoterapia China, Medicina Ayurvédica. Fundador y Director del Instituto de Nutrición Celular Activa (desde 1998), Centro Sanitario Polivalente (equipo multidisciplinar compuesto por médicos, fisioterapeutas, psicóloga, nutricionista, acupuntor, sofróloga y diversos terapeutas). Director Técnico de Laboratorios Nutergia. Miembro de A.N.A. (American Nutrition Association). Codirector de I.F.A.F. (Instituto para la Formación en Alimentos Funcionales). Autor del libro “Que tus alimentos sean tu medicina” (RBA).
COFENAT
La Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales, COFENAT, es una entidad asociativa y profesional de ámbito nacional fundada en 1984, con más de 30 años de historia, que reúne a más de 11.500 profesionales y a más de 200 escuelas de formación acreditadas. Su objetivo fundamental es la representación y defensa de los intereses de todos los profesionales que ejercen y trabajan con Métodos Naturales de Salud, cuya denominación en la Unión Europea es la de Medicina Complementaria y Alternativa (CAM) y la de Medicina Tradicional y Complementaria (MTC), según la Organización Mundial de la Salud. Asimismo, COFENAT vela por la seguridad de los usuarios de estas técnicas promoviendo la información y la creación de un entorno profesional de aplicación de éstas.