Los excesos nunca son buenos y la continua exposición al sol a la que sometemos a nuestro cuerpo y rostro. siempre sale a relucir. La piscina, la playa y una alimentación menos cuidada también pasan factura a nuestra dermis que necesita oxigenarse y purificarse. Combatir esto es posible con tratamientos, que se pueden realizar en casa, para conseguir recuperar una piel más luminosa, joven y uniforme, y ayudar a luchar los radicales libres y el daño del sol en la piel.
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