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Utilizar la robótica para evitar los cuellos de botella en los almacenes y mejorar el rendimiento de las empresas

Por Inés Alcántara, Sales Engineer en Locus Robotics

Cuando hablamos de "cuello de botella", probablemente recordamos la imagen de 109 buques portacontenedores que estaban atascados frente a la costa del sur de California hace muy poco. Ese cuello de botella empezó en enero y tardó casi hasta finales de octubre de 2022 en resolverse; pero eso no significó su fin. Cuando los barcos salieron de los puertos de Los Ángeles y Long Beach apareció otro problema: todos los productos crearon un nuevo cuello de botella, esta vez en los almacenes. 

Actualmente, los almacenes se pueden convertir en un obstáculo y, por tanto, es necesario conocer cuales son las soluciones para poder afrontar este reto y cómo pueden ayudar los robots móviles autónomos en todo el proceso para desbloquear la situación: 

 
Problemas de almacenamiento

Siguiendo con el ejemplo anterior, los bienes y productos de los buques portacontenedores tenían un destino final, pero antes de llegar debían pasar por los almacenes que los encargaron en función de las necesidades del momento. Con los productos atrapados allí durante meses, la necesidad estacional ya había pasado para algunos de los artículos (piscina, jardinería, o suministros para la vuelta al cole). Como estos ya no eran de necesidad inmediata, los productos tuvieron que almacenarse hasta que volviera a haber demanda. 

Tanto si se trata de existencias inesperadas por imprevistos, de devoluciones de temporada como las rebajas o navidad, o simplemente de material cotidiano que entra en el almacén, el mayor reto es el almacenamiento junto con la gestión de la circulación.

Muchos almacenes gestionan la entrada en stock almacenando cajas y palés hasta que se necesitan los productos. Pero esto no resuelve el problema del almacenamiento.Una forma de resolver los problemas relacionados con esto es contar con un sistema de entrada en el almacén eficaz, que puede incluir flotas completas de robots móviles autónomos para el transporte. Estos robots tendrían una verdadera funcionalidad de intercalación de tareas, lo que ayudaría a los almacenes a maximizar la productividad mediante la preparación simultánea de pedidos, la gestión de devoluciones y la reposición del espacio de picking utilizando la misma tecnología robótica.

La preparación de pedidos es uno de los aspectos de la integración de tareas y los AMR facilitan el proceso a los empleados de su almacén al evitarles tener que caminar kilómetros cada día llevando paquetes pesados. El proceso de entrada en un almacén es el siguiente: 

1. Los palés y las cajas de productos llegan en un camión al muelle de un almacén.

2. Los operarios escanean y descargan los palés y las cajas en una cinta transportadora que sale del muelle y entra en él.

3. Los trabajadores cargan las cajas y los palés en los robots móviles autónomos que puedan transportar hasta 1.000 kg. 

4. Estos llevan el material a los empleados del almacén, que sacan los productos y los guardan, dejando el embalaje sobrante en el AMR.

5. A continuación, los AMR dejan el material en el compactador de basura y se dirigen de nuevo al muelle de camiones para recoger más material y almacenarlo.

Automatización flexible para todo tipo de infraestructuras  

Si el espacio de almacenamiento también es un problema en el almacén y hay más productos entrando que saliendo, hay varias opciones. La primera es trasladarse a una nueva ubicación con más metros cuadrados, pero eso no siempre es factible. Otra opción es adoptar la verticalidad y crear niveles de entreplanta automatizados. 

La mejor práctica para las entreplantas de almacén es disponer de automatización coordinada; para cada pedido, por ejemplo, puede haber pickings que deban completarse en tres niveles diferentes. Con la solución adecuada, el sistema gestiona y optimiza el proceso de picking y reparto sin problemas en todos los niveles.

En definitiva, para evitar los cuellos de botella en los almacenes, es necesario mejorar la planificación, tener un plan de contingencia en caso de que se produzca una interrupción en el suministro o en la capacidad de distribución y contar con la mejor innovación tecnológica posible que flexibilice y agilice los flujos de trabajo de las empresas.