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Comercio Justo, la solución para construir un sistema alimentario respetuoso con el medioambiente

Álvaro Goicoechea, director de Fairtrade Ibérica

El café, el cacao, el té o el azúcar son productos que forman parte de nuestra alimentación diaria y cuya producción ya está sufriendo las consecuencias del clima extremo, el aumento de las temperaturas, las sequías y las inundaciones, que provocan enfermedades en los cultivos, la erosión del suelo y la contaminación del agua del mar. Algunos estudios también señalan que el aumento de un grado podría provocar una reducción de entre el 5 y el 10% en el rendimiento de los principales cultivos de cereales. Y es que la agricultura cubre más de un tercio de la superficie mundial y es la principal causa de deforestación.

En este contexto, la emergencia climática ha situado la seguridad alimentaria en el centro del debate. Y desde Fairtrade Ibérica, representante en España y Portugal de Fairtrade, sello líder mundial que certifica productos de Comercio Justo, queremos recordar este 24 de octubre, ‘Día Internacional contra el Cambio Climático’, que estamos a tiempo de darle la vuelta a esta situación. Los millones de familias agricultoras que alimentan el planeta están en la primera línea del cambio climático y sufren su impacto en su día a día. Si queremos proteger la naturaleza, tenemos que cambiar la forma en que cultivamos nuestra tierra y producimos lo que comemos.

Por ello, los agricultores certificados con sello Fairtrade se comprometen a mejorar la calidad del suelo y del agua, gestionar las plagas y los residuos, evitar el uso de productos químicos nocivos, reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y proteger la biodiversidad. Esto les permite mejorar sus tierras y desarrollar suelos ricos en nutrientes que mantienen las plantas sanas y fomentan la vida silvestre. Las organizaciones de productores también están adoptando prácticas de resiliencia climática como la agrosilvicultura, el acolchado orgánico y la diversificación de los ingresos. Y es que ser más respetuosos con el medioambiente nos hace más resistentes al cambio climático.

Así, el objetivo final de la Estrategia Climática y Medioambiental de Fairtrade es que los productores y trabajadores aumenten sus capacidades para hacer frente a los riesgos medioambientales y fortalecer su resiliencia climática. Esto lo conseguimos a través de 3 ejes fundamentales relacionados con las acciones climáticas, enfocadas a que las cooperativas productoras  puedan desarrollar e implementar la adaptación y mitigación al cambio climático; la potenciación interna para reforzar la concienciación y las capacidades internas de Fairtrade, incluidos sus modelos de comunicación y eficiencia dentro del equipo; y la potenciación externa para aumentar el reconocimiento de Fairtrade como líder medioambiental en las normas voluntarias de sostenibilidad y dentro del movimiento climático.

30 años trabajando por la sostenibilidad de las personas y el planeta

En Fairtrade llevamos cerca de 30 años trabajando por la sostenibilidad de las personas y el planeta a través del Comercio Justo. Los Estándares Fairtrade combinan una serie de criterios económicos, medioambientales y sociales que son auditados de forma independiente como parte de esta certificación y están presentes en toda la cadena de suministro. En concreto, con el Estándar Fairtrade sobre el Clima ayudamos a los agricultores a ser más resistentes al cambio climático, al mismo tiempo que brindamos a consumidores, minoristas y comerciantes la oportunidad de reducir su huella de carbono.

De esta manera, Fairtrade es el único sistema de certificación que establece un Precio Mínimo obligatorio que actúa como una red de seguridad en momentos de precios bajos e incentiva la producción ecológica con un Precio Mínimo más alto. Los productores que certificamos también reciben una Prima adicional que ellos deciden democráticamente invertir en proyectos que facilitan la adaptación al cambio climático, como la plantación de árboles, el riego, la diversificación de cultivos, la energía limpia, la mejora de la salud del suelo o el cultivo de variedades resistentes a la sequía, entre otros.

En la misma línea, también ponemos a disposición de los agricultores ayudas de emergencia como las del ‘Fondo para Eventualidades Climáticas y Eventos Catastróficos’ de América Latina y el Caribe, que en 2021 benefició más de 2.800 productores de café, uvas para elaborar vino, frutas, quinoa, miel, nueces y caña de azúcar de esta región.

Por otro lado, impulsamos planes de adaptación climática y capacitación sobre mejores prácticas para la resiliencia climática para empoderar a los productores. En este sentido, más de 8.500 caficultores kenianos se han capacitado para hacer sus prácticas agrícolas más sostenibles en la Academia del Clima Fairtrade en África. Asimismo, alrededor de 470.000 productores en cinco países de América Latina han recibido educación sobre el cambio climático en 2021 a través del programa Exchange.

Alianzas para impulsar la sostenibilidad en todos los rincones del planeta

Del mismo modo, los Créditos de Carbono Fairtrade, en colaboración con la Fundación Gold Standard, permiten a las comunidades agrícolas beneficiarse del acceso a la financiación del carbono para hacer frente a los efectos del cambio climático mediante proyectos como la reforestación o la introducción de estufas de bajo consumo. En concreto, alrededor de 66.000 hogares participan en Burkina Faso, India, Lesotho, Uganda, Etiopía y Perú en estos proyectos de créditos, gracias a los que las organizaciones de productores han ganado más de 7 millones de dólares y se han compensado más de 650.000 toneladas de emisiones de carbono.

Gracias a nuestra unión con Grow Ahead, ofrecemos soluciones ecológicas a los agricultores mediante proyectos agroforestales que ponen los recursos directamente en manos de las comunidades productoras de cacao para asegurar una mayor soberanía sobre sus alimentos y difundir el conocimiento sobre el sostenimiento de sus comunidades y sus tierras. Un ejemplo de ello es el proyecto que se está llevando a cabo con el productor de cacao certificado Fairtrade con sede en Ghana, Kuapa Kokoo, para reforestar 11.942 acres con la plantación de 150.000 especies de árboles maderables y 30.000 árboles frutales.

También la digitalización es una herramienta clave para lograr unas cadenas de suministro más justas. En esta línea, hemos tejido alianzas con entidades como Farmforce y Earthworm para luchar contra la deforestación a través de sistemas inteligentes de gestión de ‘datos justos’ en cooperativas de Costa de Marfil y Ghana. Estos conjuntos de datos permiten a las cooperativas evaluar riesgos y la vulnerabilidad medioambiental, en consonancia con la normativa gubernamental prevista contra la deforestación en la Unión Europea, el Reino Unido y Estados Unidos. 

Comercio Justo para alcanzar los ODS de la ONU

La lucha contra el cambio climático a través de la adaptación y la mitigación está integrada en la Agenda 2030 de la ONU como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 13). Además, las estrategias de adaptación en la agricultura a pequeña escala son fundamentales para alcanzar otros ODS, como proteger la vida de los ecosistemas terrestres (ODS 15), reducir la pobreza (ODS 1), impulsar la igualdad de género (ODS 5), garantizar el acceso a un empleo digno (ODS 8) o promover una producción y un consumo responsable (ODS 12), entre otros.

En este sentido, trabajamos para garantizar a las familias productoras unos medios de vida justos y unas cadenas de suministro trazables y sostenibles a las empresas que se certifican con nosotros, ayudándoles a cumplir con la Debida Diligencia de los Derechos Humanos y Medioambientales y alinearse con la Agenda 2030 de la ONU mediante el cumplimiento de 8 de los 17 ODS.

Es fundamental que todas las medidas adoptadas contra el cambio climático incluyan la equidad, la protección de los derechos humanos y la justicia social como elementos centrales de la legislación, pues no podemos olvidar que la pobreza extrema de los agricultores es un factor que acelera la deforestación y las prácticas nocivas que perjudican el medioambiente. La garantía de unos medios justos permite a los agricultores certificados por Fairtrade proteger más las tierras que cultivan y ser más resilientes al impacto climático.

La lucha contra el cambio climático, una responsabilidad diaria y compartida

Desde la producción hasta el consumo, el comercio internacional sigue siendo uno de los principales contribuyentes al cambio climático. Es injusto cargar el coste de la crisis climática sobre los hombros de las comunidades más vulnerables del planeta. Los pequeños agricultores de los países del Sur Global, donde se producen los productos que Fairtrade certifica son los que menos contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero, pero son los que más sufren los impactos frecuentemente catastróficos del cambio climático.

El cambio climático es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos y desde Fairtrade ayudamos a los agricultores a mitigarlo y ser más resistentes, y apoyamos a las empresas y a los consumidores para que formen parte de una cadena de suministro más sostenible. Todos dependemos de los agricultores para alimentar a una población mundial en continuo crecimiento que está a punto de rebasar los 8.000 millones de habitantes. Para frenar el cambio climático y proteger el medioambiente es necesario que todos -agricultores, empresas, gobiernos y consumidores- pongamos de nuestra parte. El cuidado al entorno que nos acoge es más que una simple fecha en el calendario, es una responsabilidad diaria, y certificaciones como la nuestra, apalancadas en el Comercio Justo, son la solución para construir un sistema alimentario sostenible y respetuoso con el medioambiente.

Y es que los consumidores están directamente involucrados a través del poder que tienen a la hora de elegir los productos que componen su cesta de la compra y es nuestra labor sensibilizarlos, de ahí que desde Fairtrade Ibérica estemos centrados en hacer crecer la notoriedad de nuestra certificación, para que en España y Portugal haya cada vez más gente que reconozca nuestro sello y lo asocie con una garantía de hacer bien las cosas desde la triple perspectiva de la sostenibilidad económica, social y medioambiental.