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MY FUCKING RESTAURANT PESENTA UNA LÍNEA MÁS HEALTHY EN SU CARTA DE TEMPORADA

El chef italiano Matteo Bertozzi no puede negar que se lo pasa bien encerrado en la cocina de su My Fucking Restaurant mientras experimenta con los ingredientes que le llegan a diario de sus proveedores de confianza. Es lo que le gusta hacer, lo que más le divierte. Una pasión, la de crear e inventar nuevos platos, que le mantiene aferrado a su local del sur del Raval pese a las tentaciones de ampliar horizontes que siempre pasan por la cabeza de cualquier cocinero intrépido.

Los nuevos platos de temporada que ha incorporado a su carta reflejan ese talante siempre innovador y creativo de un chef que no para quieto, que en los últimos tiempos camina hacia una cocina más ligera y saludable, alejada de algunas propuestas que le dieron la fama y que, no obstante, todavía se mantienen en la carta del restaurante: las bravas, las croquetas de ossobuco o el mollete de steak tartar.

Platos de siempre, pues, que el chef combina con nuevas propuestas en que las verduras adquieren todo el protagonismo. Estas proceden casi íntegramente del Parc Agrari del Baix Llobregat, concretamente de Soulblim, que brinda joyas como unas kaletas (unas mini-kales) excelentes, que el chef presenta fritas con curry rojo tailandés y praliné de cacahuete salado.

¿Más ejemplos? La mini acelga de colores con crujiente de su tallo, una receta de reaprovechamiento que llega a la mesa combinada con un fondue de Asiago Fresco DOP, gambas y aliño Merkén. Otra buena muestra de esta inspiradora nueva línea de la carta de My Fucking Restaurant es el pak choi con ajoblanco de cacahuete y quinoa crujiente, que muestra, al igual que el resto, esa pasión por las cocinas del mundo siempre con una clara base mediterránea.

El local, de aire contemporáneo, cuenta con tres espacios diferenciados para saborear todas estas popuestas. Por un lado, la barra, siempre ajetreada, ubicada a pie de calle. Por otro lado encontramos su agradable y luminoso comedor y, por último, un espacio privado al pie de la cocina, en la planta baja, en el que disfrutar de una ceremonia prácticamente privada para grupos que resulta difícil de olvidar. Todo ello en un barrio, el Raval, que cuenta con pocas propuestas de
este calibre, capaces de atraer por igual al público extranjero que al local. Eso sí, con un mismo denominador común: ser amantes de la buena gastronomía, que en este caso toma forma de platos juguetones, alegres y sin fronteras.

My fucking Restaurant
Nou de la Rambla, 35.
T. 93 639 78 27.
Horario: Lunes, jueves y viernes, de 19 a 23 h. Sábado y domingo, de 13 a 16 h y de 19.30 h a 23 h.

Instagram: @myfuckingrestaurant
www.myfuckingrestaurant.com