Dehesa El Milagro aprovecha el día Mundial de la Tierra para mostrar su importante labor en el cuidado del planeta y demostrar que la explotación agroganadera es perfectamente compatible con el máximo respecto por el ecosistema.
Desde su nacimiento en el año 2011, Dehesa el Milagro ha fomentado la cultura de la sostenibilidad, con el único objetivo de criar y producir alimentos saludables sobre una tierra sana.
Este proyecto pionero instalado en Alcañizo (Toledo), ha convertido sus más de 300 hectáreas en un ejemplo de sostenibilidad y cuidado por los recursos. Sólo así puede explicarse su modelo integral y holístico de trabajo, donde la ganadería y la agricultura se complementan a la perfección para conseguir el ciclo cerrado de producción.
En la Dehesa El Milagro se produce un abono propio y compost, se elabora el pienso para las ganaderías con sus propios cultivos, sus pollos se crían en un vergel de árboles frutales con hierba y sombra, donde pueden alimentarse y, al mismo tiempo, enriquecer el suelo… Todo ello da forma a un círculo virtuoso en el que todas las partes salen ganando.
La biodiversidad también juega un papel fundamental en la salud del ecosistema. Dehesa El Milagro ha aprovechado el ya de por sí favorable ecosistema de una granja para mejorar la vida de sus animales, las plantas, el suelo, el aire y el agua y así garantizar una producción sostenible, ofreciendo un hábitat más favorable.
Dehesa El Milagro no sólo es un ejemplo de respeto por el planeta, sino que ha logrado conectar con él para aprovechar sus infinitas posibilidades garantizando el máximo cuidado por sí mismo.
Un ejemplo de esta conexión es el abonado en verde, una técnica en la que se siembra una mezcla de Veza y Avena para fijar nitrógeno al suelo de forma natural y aportar materia orgánica. De esta forma, se consigue un suelo más suelto y fértil para compensar el terreno arcilloso sobre el que está asentada la granja.
La gestión de la huerta es otra prueba del amor de Dehesa el Milagro por nuestro planeta. Sus cultivos se adaptan a las estaciones, por lo que no se fuerza el crecimiento de sus productos si en la naturaleza no se da espontáneamente.
El uso de químicos de síntesis como los abonos o herbicidas se deja a un lado para utilizar otro tipo de técnicas más respetuosas con el medioambiente. Las malas hierbas se retiran con técnicas tradicionales (con mulilla o a mano) y se entierran para aportar materia orgánica que enriquece el suelo.
Un enfoque integral que va de la huerta a la pradera
La ganadería se trata con el mismo mimo que la huerta, y es que la filosofía de trabajo en Dehesa el Milagro pasa por garantizar que los animales que se crían en su microsistema tengan una buena calidad de vida.
Las vacas se crían en libertad y se respetan los 6 meses de destete, para posteriormente pasar a pastar en sus praderas. El pasto se mejora con la rotación constante de los animales por las distintas praderas, mientras que el pienso y el forraje se elaboran con estrictos controles en la misma granja.
Los rebaños de ovejas autóctonos de raza talaverana, en peligro de extinción, disfrutan de los cuidados y la libertad que se garantiza en los pastos de la granja. En la época de paridera, por ejemplo, se mantiene a los rebaños cercanos al aprisco para asegurarse de que la cría y la madre puedan resguardarse y descansar tras el nacimiento. Después, los pastores se encargan de promover el ahijamiento, manteniendo unida a la madre con su cría en todo momento.
Las aves también disfrutan de los pastos al aire libre, con zonas de sombra para protegerse de las altas temperaturas y acceso a naves y gallineros donde se protegen de las inclemencias del tiempo. Los gallineros son móviles, puesto que sólo así pueden moverse por las praderas para cuidar el suelo y evitar la contaminación de las aguas subterráneas.
Este cuidado por el detalle se nota en todo el ciclo del animal, y es que el tipo de alimentación, la vida en libertad y el crecimiento lento permiten que los productos de Dehesa El Milagro tengan una textura más firme y su sabor natural.
Dehesa El Milagro celebra el Día de la Tierra los 365 días del año, y es que su cuidado por la tierra en la agricultura y su modelo rotacional de ganadería regenerativa no sólo no daña el medioambiente, sino que mejora la calidad del suelo, favorece la filtración de agua en el subsuelo y mejora las praderas que se convierten en sumideros de CO2.
Todo ello le hace convertirse en un referente de la alimentación ecológica en España, que aprovecha y agradece las inmensas posibilidades que ofrece un planeta tan maravilloso como el nuestro, ¡Feliz día Internacional de la Madre Tierra!