La carta es una respuesta a las voces dentro de la industria agrícola y la propia Comisión Europea que sugieren que la estrategia debe revisarse por las preocupaciones de seguridad alimentaria planteadas en Ucrania

La organización de concienciación alimentaria, ProVeg International, ha firmado una carta abierta junto con otras 85 ONG en la que se pide a la Comisión Europea que siga el curso establecido en la estrategia Farm to Fork (De la granja a la mesa), que tiene como objetivo la transición hacia un sistema alimentario sostenible en línea con los objetivos del Green Deal. Y de este modo, haga hincapié en el aumento de prácticas agrícolas saludables y respetuosas con el medio ambiente, además de garantizar una mejor seguridad alimentaria a largo plazo.

La carta surge como reacción a la declaración del comisario de Agricultura de la UE, Janusz Wojciechowski, de que “si la seguridad alimentaria está en peligro, entonces tenemos que volver a examinar los objetivos de la estrategia de la Granja a la Mesa y corregirlos”.

Creemos que es todo lo contrario: la crisis en Ucrania es otro recordatorio de lo esencial que es implementar el Green Deal y sus Estrategias de la Granja a la Mesa y la Biodiversidad. “Debemos seguir en el camino que se ha establecido en la estrategia de la Granja a la Mesa”, dijo el vicepresidente de ProVeg, Jasmijn de Boo.

“La estrategia está en el corazón del Green Deal europeo y está diseñada para hacer que nuestro sistema alimentario sea resistente frente a crisis como guerras, pandemias y la crisis climática. No desperdiciemos el enorme esfuerzo que se ha realizado para garantizar que el sistema alimentario de Europa esté preparado para el futuro”.

La carta establece que las prácticas agrícolas saludables y respetuosas social y ambientalmente, como la agroecología, la agricultura orgánica y la agrosilvicultura, brindan el único camino para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo, la soberanía alimentaria y la sostenibilidad de los sistemas alimentarios.

“Debemos alejarnos de la agricultura intensiva, la pesca industrial y la acuicultura”, afirma.

La carta continúa sugiriendo que la transición hacia la agroecología debe combinarse con políticas que fomenten una reducción en las macro granjas y promuevan un cambio hacia prácticas extensivas a pequeña escala y amigables con el bienestar animal, a través de una transición respetuosa al derecho de los agricultores a tener un ingreso justo, mientras se promueven dietas más saludables basadas en plantas.

El informe más reciente del IPCC, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, dejó muy claro que “si bien el desarrollo agrícola contribuye a la seguridad alimentaria, la expansión agrícola insostenible, impulsada en parte por dietas desequilibradas, aumenta la vulnerabilidad humana y de los ecosistemas y conduce a la competencia por la tierra y/o los recursos hídricos”.