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Ampollas MartiDerm 30 Aniversario

Cuando en 1989, el farmaceútico Josep Martí Tor creo una exclusiva fórmula para la regeneración e hidratación de la piel, y la recogió en una ampolla de cristal ámbar, no podía imaginar que acababa de crear una nueva categoría en el sector dermocosmético. En su interior se amalgamaban sabiamente dos activos hoy universales, en aquel momento grandes desconocidos para la mayoría, la Vitamina C pura y los hoy omnipresentes, entonces impronunciables, Proteoglicanos. Una fórmula única, avanzada y sobre todo, eficaz.

La primera ampolla de Proteoglicanos y Vitamina C se formuló en 1989 como fórmula magistral, gracias al carácter curioso e innovador del farmaceútico,que colaboró con los dermatólogos de la época para desarrollar las mejores fórmulas para las distintas necesidades de los pacientes. Proteoglicanos. Una fórmula que cumple ahora 30 años, y que ha visto crecer su demanda y ventas exponencialmente en todo el mundo, siendo una de las fórmulas y formato más copiado, pero nunca igualado.

Realizadas al igual que todos sus productos desde sus inicios en su própio laboratorio, desde 2008 la firma trabaja en el Parc empresarial de Cervelló en sus intalaciones que actualmente cuentan con 10.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas de diseño moderno y con las últimas tecnologías y sistemas, y a los que en 2020 una ampliación sumará 3.000 metros cuadrados más destinados a los departamentos de investigación y logística.

Algo que permite a MartiDerm aplicar sus conocimientos de manera precisa y controlar todo el proceso de creación y puesta a la venta de sus productos, desde la investigación y desarrollo hasta el enbalaje y distribución a los puntos de venta de todo el mundo.

El saber hacer del laboratorio MartiDerm le ha permitido desarrollar las 9 ampollas que hoy se cuentan en su catálogo, que dan respuestas adaptadas a las necesidades particulares y problemáticas de los distintos tipos de piel. Siguen revalidando y superando sus ventas y liderazgo en las farmacias españolas en su catogoría, un éxito que traspasa fronteras conquistando los mercados de China y Corea a través de la venta online y otros 30 países donde también está presente actualmente.

Montse Martí, CEO e hija del fundador Josep Martí, explica desde su experiencia y perspectiva en la primera línea de la creación y desarrollo de MartiDerm.

¿Recuerda el éxito inicial de las ampollas MartiDerm, cómo fue?

Las primeras ampollas de Proteoglicanos y Vitamina C que formuló mi padre hace 30 años se elaboraban de manera individualizada como fórmulas magistrales y bajo prescripción médica. Se formularon como complemento para contrarrestar la sequedad e irritación en la piel sometida al tratamiento con ácido retinoico tópico para el fotoenvejecimiento cutáneo. Se recomendaba la aplicación de una crema con ácido retinoico a concentraciones crecientes por las noches y una ampolla con esa combinación única de activos hidratantes y reafirmantes (proteoglicanos) y antioxidantes (vitamina C). Debido precisamente a la presencia de vitamina C, se escogió el envase de vidrio topacio con atmosfera inerte para preservar de la oxidación. Recuerdo que los pacientes, cuando terminaban el tratamiento, pedían al dermatólogo si podían seguir con las ampollas de la Farmacia Martí Tor debido a los espectaculares resultados conseguidos y la luminosidad de la piel. Fue de este modo que la demanda de ampollas en nuestra Farmacia, origen del actual Laboratorio, fue creciendo de manera exponencial.

¿Qué ofrecía el sector para cuidar y reparar la piel en aquellos años frente a la innovación que supusieron las ampollas MartiDerm?

El sector cosmético por aquel entonces vivía unos momentos muy diferentes a los actuales. Se vendían productos con cierto misterio y fantasía y muy poca información acerca de los ingredientes y su funcionalidad. Los cuidados de la piel se basaban principalmente en productos formulados con agentes hidratantes y humectantes (glicerina, glicoles, urea….), nutritivos (aceites naturales, ácidos grasos esenciales W3 y W6, …), antioxidantes (vitaminas A y E principalmente) y algunos activos cosméticos cuya naturaleza y composición se desconocía pero que prometían resultados al consumidor. Las ampollas Martiderm ofrecieron desde su origen una información completa acerca de su composición y una evidencia científica de su eficacia. Nuestro primer mensaje de presentación fue: la fórmula magistral de proteoglicanos y vitamina C ya está disponible en todas las farmacias. Dado nuestro posicionamiento, tenía sentido presentarlo en visita médica para tener su recomendación como coadyuvantes a tratamientos de envejecimiento cutáneo y venderlas en el canal de la Farmacia.

¿Cómo ha sido el desarrollo y crecimiento de las ampollas MartiDerm en el mercado durante estos 30 años?

La primera ampolla que se desarrolló en 1989 era la equivalente a la actual Proteos Hydra Plus (también conocida como la ampolla verde por el color de su caja). Hasta 1997, ésta era la única ampolla que se formulaba en la Farmacia Martí Tor. Fue en ese año cuando, debido a la gran demanda de la ampolla de Proteoglicanos y Vitamina-C en la Farmacia, convencimos a mi padre para crear el Laboratorio y la marca MartiDerm. El crecimiento de éste va ligado al de las ampollas, nuestro producto insignia. Gracias a su “uniqueness” y eficacia hemos conseguido globalizar la empresa, triunfando en mercados tan atractivos y exigentes como el asiático.
A partir de la creación de la primera ampolla en la farmacia y después ya como laboratorio, hemos ampliado la gama de ampollas para poder ofrecer la mejor solución para cada necesidad y tipo de piel. Tenemos 9 tipos de ampollas: 6 ampollas distintas de tratamiento de día, ampollas regeneradoras de noche, ampollas despigmentantes y ampollas flash. Las distintas variedades de ampollas se incluyen en distintas familias de productos dermocométicos para poder ofrecer a nuestros clientes rutinas completas de tratamiento. Cada una de estas ampollas tiene estudios clínicos in vitro e in vivo que demuestran su eficacia.

¿Siendo pioneros y líderes en esta categoría, como enfocan el desarrollo de la categoría de ampollas en MartiDerm?

Al principio no éramos conscientes de que habíamos creado una nueva categoría en el segmento de la dermocosmética. En realidad, mi padre se basó en criterios estrictamente científicos para envasar la fórmula en una ampolla de vidrio topacio. Fue la mejor solución que encontró para mantener intactas las propiedades de los ingredientes activos, evitando su oxidación y por consiguiente la pérdida de actividad. Actualmente, con marcas líderes a nivel global lanzando ampollas de belleza facial y reivindicando activos tan “nuestros” como los Proteoglicanos y la Vitamina C, es evidente que hemos creado una categoría muy interesante y apreciada por el consumidor. Nuestro objetivo es seguir liderando e innovando en esta categoría en la que somos pioneros y expertos a nivel global.

¿Qué será lo que los avances y la investigación MartiDerm podrán recoger en una ampolla en el futuro?

Es importante destacar que toda la I+D+i la realizamos in-house, así como la fabricación (certificados en ISO 22716), los estudios de eficacia y el control de calidad de las ampollas. Esto nos permite controlar todo el proceso hasta que el producto acabado sale de nuestro almacén y es una garantía de que los ingredientes y procedimientos son los más óptimos para ofrecer al usuario ampollas muy activas. Continuamente estamos investigando para poder ofrecer nuevas combinaciones sinérgicas de activos, mejorar la experiencia de uso de la ampolla y seguir teniendo clientes satisfechos con los resultados. También nos gusta sorprender a nuestros fans (adictas a las ampollas) con ideas frescas como el “easy open” para mejorar la seguridad en el momento de abrir la ampolla.

La historia de MartiDerm

La "fórmula", la inspiración y el futuro de MartiDerm. La historia del Laboratorio empieza en 1952 de la mano de José Martí Tor. El laboratorio se crea a partir de la farmacia que lleva su mismo nombre, especializada en la elaboración de formulaciones dermatológicas personalizadas, bajo prescripción médica. MartiDerm lleva 67 años cosechando éxitos con sus avanzados productos de cuidado dermatológico. Ahora, con la segunda generación a la cabeza, la marca mantiene un imparable crecimiento y cuenta con más de 300 empleados en España, México, Francia y Portugal. Y está presente en más de 30 países.

La segunda generación de la familia crea la marca MartiDerm con productos innovadores en cosmética dermatológica e inicia la internacionalización de la firma. Hoy día, el motor de MartiDerm y co-propietarios de la firma son: Josep Martí, Financial and Logistics Director; Eli Suñer, Tecnical and R&D Director; Montse Martí, CEO; Xavi Martí, Industrial Operations Director. MartiDerm, reconocida por el sector médico y farmacéutico, mantiene los principios de su fundador como el rigor, la innovación y la efectividad de sus productos que contienen una alta concentración de ingredientes activos, así como la transparencia con la que presentan la fórmula en todos sus productos que "dicen lo que hacen y hacen lo que dicen".

En 1989 crean las primeras Ampollas de Proteoglicanos y Vitamina C. Treinta años después, siguen siendo nº1 en ventas de ampollas en farmacia. Los proteoglicanos son una piedra angular del laboratorio que ha patentado su propio proteoglicano, el Proteum 89+. Estas moléculas, presentes en nuestro organismo, cuentan con la virtud de rehidratar la piel desde el interior (son capaces de retener 1000 veces su peso molecular en agua). Las ampollas, auténticas joyas que supusieron un gran avance para la dermocosmética que van innovándose y perfeccionándose con punteras versiones que ofrecen respuestas efectivas incluso para las pieles más exigentes. En paralelo, el laboratorio ha seguido desarrollando productos y líneas que han cosechado éxito y reconocimiento entre los profesionales, la prensa y el público final gracias a soluciones innovadoras con las últimas tecnologías y activos en dermocosmética contando actualmente con más de 70 productos.

Dado su carácter innovador, MartiDerm es el creador e impulsor de la filosofía Smart Aging (en contraposición al término generalizado "antiaging"), que promueve no sólo hábitos de cuidado de la piel, sino una alimentaicón saludable, la práctica de ejercicio regular o el cuidado por lo demás y por uno mismo, entre otros. Una filosofía que vá mas allá y nos invita a disfrutar la vida, cuidándonos con pequeños gestos diarios que en conjunto, pueden suponernos una gran ventaja de salud y belleza global.