El director general de Marqués de Riscal, Ricardo Diéguez, ha señalado, en la rueda de prensa realizada durante el 40º Congreso AECOC Gan Consumo, que la reciente revalorización del euro frente al dólar se ha convertido en el factor que más preocupa a la compañía en el corto plazo, al impactar de forma directa sobre la rentabilidad de sus exportaciones. “Este efecto cambiario nos afecta más que los propios aranceles”, aseguró durante una rueda de prensa, en la que también participó José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV).
Pese a la caída del 6% en las ventas de sus vinos con denominación de origen Rioja y Rueda, Diéguez subrayó que la empresa mantiene su política de inversión y apoyo tanto a proveedores como a consumidores, evitando trasladar los costes a los precios finales. “Nuestra mirada es de largo recorrido: trabajamos para reforzar la marca y garantizar su sostenibilidad futura”, añadió.
Producción a la baja, pero con uva de gran calidad
El responsable de Marqués de Riscal recordó que la cosecha del pasado año fue la más reducida de las últimas décadas y que la actual campaña se prevé aún menor, con una disminución estimada del 20% por la combinación de fenómenos meteorológicos adversos y los efectos del cambio climático. No obstante, destacó que la calidad de la uva es excepcional, lo que permitirá mantener la posición de la bodega en los segmentos premium-
“El cambio climático nos resta volumen, pero eleva el valor de nuestros vinos”, resumió.
A pesar de la complejidad del contexto internacional, Diéguez insistió en que la bodega continúa avanzando en su estrategia de diversificación global, con un fuerte compromiso en mercados tradicionales como Estados Unidos y una expansión progresiva en América Latina, apoyándose en relaciones estables y de confianza a largo plazo.
La FEV alerta de la caída de ventas en Estados Unidos
Por su parte, José Luis Benítez, director general de la FEV, advirtió de que las exportaciones españolas de vino hacia Estados Unidos se han reducido un 6,7% hasta julio, afectadas por la coyuntura económica y los aranceles aplicados en los últimos años.
“No es un descenso alarmante, pero sí significativo, especialmente para las bodegas pequeñas”, explicó. En cambio, las empresas de mayor tamaño han soportado mejor el impacto.
Benítez recordó que el vino español sigue siendo el más exportado de toda la Unión Europea, con un valor global de 13.000 millones de euros, consolidando su peso en el comercio exterior.
El directivo insistió en la importancia de abrir nuevos destinos y destacó el potencial del acuerdo Mercosur, en especial en Brasil, donde “existe afinidad con el producto y una barrera de entrada menor”. Asimismo, confía en que el tratado con India, actualmente en negociación, incorpore un apartado específico para vinos y espirituosos, lo que supondría “una gran oportunidad a largo plazo”.
Evolución positiva en el mercado nacional
Aunque las exportaciones se resienten, el mercado interno muestra signos de fortaleza. Según Benítez, las ventas de vino en España han evolucionado de manera positiva y sorprendente, en un contexto marcado por la inflación y la incertidumbre económica.
En el ámbito productivo, la situación varía por regiones: Cataluña ha recuperado parte de su cosecha tras varios años de sequía en el Penedés; Galicia ha registrado una buena vendimia salvo en las zonas afectadas por incendios; y Rioja prevé una producción más ajustada. En conjunto, la FEV estima que la producción nacional se reducirá respecto al año anterior, aunque con resultados desiguales según las zonas.




