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unoconcinco se confirma como espacio para el aprendizaje, el diálogo y la transformación del sector alimentario


unoconcinco, los mayores encuentros de la alimentación sostenible en España, celebró su primera edición en La Casa del Lector de Matadero Madrid con cerca de 300 asistentes entre actores y protagonistas del sector y medios de comunicación. A través del diálogo y la puesta en común de ideas, el evento buscaba tejer alianzas en torno a un mismo propósito: la transición hacia la alimentación sostenible. Durante la jornada, impulsada por la Fundación Daniel y Nina Carasso, se reconoció la complejidad y el carácter multidisciplinar de la alimentación sostenible pero se puso de relieve que tenemos las herramientas y el conocimiento necesario para navegar las dificultades.

El acto inaugural contó con la presencia de Alberto Garzón, Ministro de Consumo, que apuntó que ha llegado el momento “de hacer grandes cambios para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero no es suficiente con ponerlos de manifiesto sino que tenemos que cumplirlos y para ello hay que acometer transformaciones”. En este sentido, apuntó que hay un “consenso generalizado en el ámbito científico pero no en el ámbito público, y es ahí donde tenemos que ser capaces llevar las evidencias científicas para llevar la transición hacia un consumo saludable”. A modo de conclusión, el Ministro de Consumo urgió a que “la alimentación como mercancía tiene que ser superada por la alimentación como derecho”. Y, para ello, es imprescindible apostar por dietas saludables, la producción responsable y la reducción del desperdicio alimentario.

Un mosaico de voces expertas hablaron con claridad sobre las evidencias, los retos y las soluciones que tenemos en nuestras manos para caminar hacia un sistema alimentario más justo y ecológico para las personas y el planeta. En este sentido, Isabelle Le Galo, directora para España de la Fundación Daniel y Nina Carasso, aseguró que “unoencinco nace para dar fe de que cada vez son más los conocimientos sistémicos que determinan que la alimentación está vinculada al cambio climático. Tenemos que comprometernos con la salud del planeta y de las personas y tenemos que avanzar con optimismo porque sabemos que la alimentación sostenible tiene la capacidad de cumplir con todos los ODS”.

Las mismas evidencias científicas que han mostrado que debemos actuar con celeridad también nos dan pistas sobre cómo podemos abordar algunos de estos retos. En España, según afirmó Purificación González Camacho, subdirectora general de Promoción de Alimentos de España, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, “nos estamos alejando del modelo de consumo de dieta mediterránea y debemos poner el foco en recuperar el valor de los alimentos que tenemos y a los productores detrás de aquello que consumimos”.

Una relación de ida y vuelta
En torno a las evidencias se pronunciaron Bartolomé Mercadal, director comercial de la Cooperativa del Camp de Menorca, y Carmen Pérez, presidenta de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Ambos trenzaron sus voces para dar inicio a las sesiones paralelas avanzando que no solo se trata de pensar en los gases de efecto invernadero o en el uso del agua, sino también en el aumento de la despoblación de nuestros campos o en la necesidad de fijar a las personas a su territorio. “Tenemos evidencias de que lo que comemos influye en el estado de salud pero también en el bienestar social y emocional. Tenemos que llegar a la mayor parte de las personas para que pongan la salud y la sostenibilidad en el centro”, apuntó Carmen Pérez.

Para ello, Mercadal pidió “llevar la sociedad al campo porque hay mucha gente que no conoce cómo funciona el sector, tenemos que invertir en ello e incidir en los niños, es nuestro mejor plan de marketing”. Uno de los problemas, además de ese distanciamiento de la dieta mediterránea, radica en que otro alejamiento: “nos estamos autoconvenciendo de que elegir lo que vamos a comer o dedicar tiempo a cocinar es una pérdida de tiempo porque lo podemos conseguir hecho”, sostuvo Pérez. Sin embargo, el producto fresco y local siempre va a ser una mejor alternativa para la salud de las personas y la del planeta. “Es necesario que los consumidores tengan la opción saludable a un precio asequible y que, al mismo tiempo, el productor reciba un precio justo por su trabajo”, incidió.

El relevo generacional y las políticas públicas
Las nueve mesas redondas y talleres de la programación abordaron asuntos como el rol del sector alimentario como pilar para erigir una sociedad que ponga en el centro tanto a las personas como a los ecosistemas. En un contexto como el actual de crisis sanitaria, económica y ahora también alimentaria acrecentada por una guerra en Ucrania que ha puesto sobre la mesa la inseguridad alimentaria, las políticas públicas son una palanca para promover el cambio hacia la sostenibilidad del sistema alimentario.

Uno de los mayores retos lo constituye el relevo generacional, tema en el que profundizó Álvaro Areta, coordinador de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, en la sesión dedicada a las políticas públicas. Durante su intervención dio a conocer un estudio que revela que el 70% de los recién incorporados al sector agrícola “señala que una de las principales cuestiones es la rentabilidad de sus negocios, así como los trámites burocráticos o el acceso a la tierra”.

En este ámbito, el Pacto Verde europeo, presentado en diciembre de 2019, o la estrategia De la granja a la mesa son algunas políticas que deberían servir como guías. No obstante, Celsa Peiteado de Coalición por otra PAC, hizo hincapié en que debemos “recuperar la naturaleza, proteger la calidad de los suelos y de las aguas, disminuir la contaminación e impulsar la agroecología para estar en armonía con la naturaleza”. En España hay un plan estratégico que se impulsó el pasado mes de agosto pero Peiteado asegura que “no debemos conformarnos con un modelo que no daña, necesitamos una política agraria común que asegure una renta digna a quienes producen”.

No es ninguna novedad que el sector agroalimentario consume grandes cantidades de nuestros recursos públicos y que a nivel mundial es responsable de aproximadamente un tercio de los gases de efecto invernadero. Algunas cifras estiman que dentro de la estrategia de la PAC, España recibirá en los próximos cinco años 7.000 millones de euros, de los cuales una gran parte irá a acciones climáticas. Por otro lado, la estrategia ‘De la Granja a la mesa’ propone la reducción de los plaguicidas en un cincuenta por ciento y prevé el aumento considerable de la superficie dedicada a la agricultura ecológica.

Algunos ejemplos de políticas a nivel regional, local y estatal las encontramos en propuestas como en el Ayuntamiento de Valencia que decidió preservar la comarca de l'Horta con la defensa de la huerta de Valencia frente al crecimiento urbano o Ecocomedores de Canarias, que colocan en el centro el alimento ecológico, local, fresco y de temporada para promover la seguridad alimentaria y la sostenibilidad tanto económica como social de la población.

Fueron muchos los profesionales que hilaron sus voces para aportar ideas que nos ayuden a conseguir todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el acceso a la alimentación y producción sostenible, la erradicación del hambre o cómo hacer frente ante situaciones extremas como una pandemia.

La inversión como una solución
La inversión de impacto también puede ser parte de la solución. Algunos fondos de inversión como Quadia o Creas han puesto de manifiesto que invertir en iniciativas con enfoque sistémico en el sector de la alimentación con alto impacto social es necesario. En nombre de Creas, Lara Viada comentó que “en la inversión de impacto es clave la adicionalidad. Buscamos compañías que realmente sean capaces de transformar sus sectores, que busquen un cambio sistémico, aunque no tengan rentabilidad o su rentabilidad sea a largo plazo".

En definitiva, unoconcinco reunió una gran variedad de voces expertas que trabajan desde distintas perspectivas para tejer alianzas y trabajar de manera colaborativa. “Con este evento hemos querido construir una voluntad de cambio y urgencia para acelerar la transición”, recalcó Marie-Stéphane Maradeix, directora general de la Fundación Daniel y Nina Carasso. “Hoy, con unoconcinco hemos empezado el compromiso uniendo visiones y enfoques para construir sistemas más resilientes frente a las incertidumbres. Sin duda, unoconcinco será un espacio para el diálogo, el aprendizaje y la inspiración”.