Se denomina superalimento a aquellos productos alimenticios que son ricos en nutrientes esenciales y que destacan por sus propiedades beneficiosas para la salud. Aunque en un principio se asoció este término con comida procedente de países asiáticos, lo cierto es que en nuestra nevera, seguro, tenemos algunos de ellos. El brócoli, sencillo y asequible, es, por ejemplo, uno de ellos. También lo son las nueces o el salmón. Incluir huevo, quinoa, col o aguacate contribuye también al balance orgánico, y a la prevención de enfermedades, además de ralentizar el envejecimiento.
Los superalimentos aportan grasa buena y son ricos en proteína, fibra y minerales y vitaminas. Son bajos en calorías o, directamente, no engordan, lo que supone un valor añadido a la hora de fomentar su consumo.
A la lista antes mencionada se viene a sumar el Natto, resultado de la fermentación de semillas de soja. Es, al igual que el miso (más conocido por estar presente en los menús orientales con sopa), un ingrediente básico en la dieta nipona. Esta especie de alubia se toma en el desayuno y, a pesar de su presentación —hay quien detesta su olor y su apariencia viscosa—, los nutricionistas vienen alabando sus propiedades.
Un buen alimento para mayores y mujeres en la menopausia
Es el caso de Francisco Martínez, experto en este área de Neolife, donde la dieta se sitúa en el podio de los cuidados antiedad. El motivo principal, explica Martínez, es que contiene más vitamina K2 que cualquier otro alimento fermentado del mundo, en concreto 880 mg por cada 100 g. También denominada menaquiona 7, es esencial en la salud ósea: interviene en el mantenimiento de la densidad óptima de los huesos al ocuparse de la fijación del calcio. Desempeña asimismo una importante labor antiinflamatoria, previniendo distintas enfermedades, mientras se ocupa, a la vez, de la correcta coagulación de la sangre.
Pero no se trata sólo de vitamina K2. Cuando se estudian los beneficios del Natto sobre la salud, se incluyen otros componentes bioactivos. Este nutricionista pone también el énfasis en la nattoquinasa, la NK, un compuesto natural único con “una potente actividad fibronolítica (disolución de trombos), efectos antihipertensivos, antiplaquetarios y neuroprotectores, entre otros. Además, está recomendada en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares”.
El natto contiene también bacilopeptidasa, importante en el buen mantenimiento del sistema inmune. El ácido dipocolínico, es, por su parte, y como curiosidad, el responsable del olor agrio y la apariencia viscosa de esta alubia japonesa.
Conclusión: el natto es una fuente de longevidad y buena salud. Si no lo encontramos en tiendas especializadas o restaurantes orientales, podemos procurarnos algunos de sus componentes, por ejemplo, la Vitamina K2, en otros alimentos como el pollo, el huevo, el cerdo o el queso azul. En suplementos, Neoactives la incluye en un complejo que se ocupa de funciones relevantes en el equilibrio orgánico: NeoVitamin Plus, con altos niveles también de vitaminas C y A.