La alimentación en los primeros años de vida de un bebé es clave para su correcto desarrollo y la adopción de buenos hábitos alimentarios. Además, cada vez se tiene más constancia que la nutrición durante esta etapa de la vida puede determinar también la aparición de enfermedades en años posteriores e incluso en la edad adulta. Por tanto, conviene cuidar la alimentación para asegurar un óptimo aporte de los nutrientes necesarios para un adecuado crecimiento y desarrollo.
En este sentido, la OMS recomienda mantener la lactancia materna hasta los dos años de edad. Sin embargo, en aquellos casos que no es posible, el uso de leches de continuación o crecimiento, que están adaptadas a las necesidades nutricionales de esta franja de edad, pueden aportar numerosos beneficios y ofrecen una nutrición más completa y equilibrada.
Un reducido contenido en proteínas. Los estudios existentes relacionan que un exceso de proteínas durante los dos primeros años de vida podría favorecer el sobrepeso u obesidad del pequeño en etapas posteriores. Los niños españoles de 1 a 3 años de edad consumen en su dieta una cantidad de proteínas muy superior a sus necesidades1, por lo que los especialistas recomiendan desde hace tiempo disminuir la ingesta de alimentos proteicos. La leche de vaca y otros lácteos contribuyen, en gran medida, a ese elevado consumo proteico, a la vez que son alimentos esenciales para un correcto crecimiento. Por tanto, las leches de crecimiento en esta franja de edad se convierten en una alternativa adaptada a las necesidades nutricionales de los pequeños y que contribuyen a mejorar el perfil nutricional de la dieta.
Cubren las necesidades de hierro y vitamina D. Son dos de los nutrientes con mayor riesgo de carencias en los niños europeos[1]. En los primeros años de vida las necesidades de hierro son elevadas debido al rápido crecimiento. Por su parte, la vitamina D ayuda al crecimiento y desarrollo normal de los huesos en los niños y al normal funcionamiento del sistema inmune. Las leches de crecimiento enriquecidas con hierro y vitamina D contribuyen a compensar estos déficits completando las necesidades diarias recomendadas de estos micronutrientes.
Menos consumo de grasas saturadas. La leche de vaca u otros alimentos lácteos contienen un alto grado de ácidos grasos saturados. Sin embargo, las leches de continuación presentan un perfil de grasas más saludables como el DHA, con numerosos efectos beneficiosos sobre el desarrollo cognitivo y la salud cardiovascular.
Blemil plus Optimum, para el crecimiento físico e intelectual, sin azúcares añadidos
Blemil plus Optimum, la fórmula más innovadora de la línea de leches infantiles de Laboratorios Ordesa, lanza una nueva leche de continuación con 0% azúcares añadidos, adaptada a las recomendaciones de las principales sociedades científicas para reducir la ingesta de azúcares durante los primeros años de vida para, de esta forma, no promover la preferencia por sabores dulces, que pueden favorecer la aparición de caries o sobrepeso.
Blemil® plus 3 Optimum 0% azúcares añadidos está recomendada para la alimentación del bebé a partir del año de edad. No contiene sacarosa, ni miel en su formulación, y posee un agradable sabor avainillado que favorece la aceptación sin necesidad de incorporar edulcorantes.
La nueva fórmula de continuación presenta un perfil de nutrientes equilibrado, con un 50% menos de proteínas que la leche de vaca, que la convierten en una fórmula muy completa para cubrir las necesidades de los bebés a partir del año.
Además, contiene también un 50% menos de grasas saturadas que la leche de vaca lo que le confiere un perfil lipídico más equilibrado. Y gracias a la suplementación con DHA posee un mayor contenido en ácidos grasos esenciales.
La fórmula Blemil plus 3 Optimum está enriquecida con hierro, para favorecer el normal desarrollo cognitivo; yodo, que contribuye al crecimiento normal de los niños; y vitamina D, que ayuda al crecimiento y desarrollo de los huesos y al normal funcionamiento del sistema inmune.
Asimismo, Blemil® plus 3 Optimum 0% azúcares añadidos combina en su composición fructooligosacáridos, que actúan como fibra soluble, y microorganismos probióticos (lactobacillus casei rhamnosus HN001 y Bifidobacterium infantis IM1, bifidobacteria aislada y patentada por Laboratorios Ordesa). Gracias a su elevado contenido en grasa láctea presenta un agradable sabor y tolerancia digestiva, además está elaborada sin aceite de palma, ni aceite de coco.