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Lealtanza Reserva 2012, el orgullo "Platino" de la bodega


  • El buque insignia de Bodegas Altanza ha sido premiado con 97 puntos en el prestigioso concurso asiático Decanter World Wine Awards 2018, consiguiendo la calificación más alta y la única Medalla Platino para un vino Rioja
  •  Y es que desde 1998 estas bodegas conjugan, en un entorno privilegiado, el tradicional hacer de su D.O.Ca. con la última tecnología que les ha permitido desarrollar exitosas etiquetas que se venden en 50 países del mundo

Los 20 años de experiencia y el profesional equipo que hay detrás de Bodegas Altanza (N-232, Km 419,5. Fuenmayor. La Rioja. Tel. 941 45 08 60. www.bodegasaltanza.com), que vela por el buen hacer a cada paso -desde el cultivo o la selección del fruto hasta el etiquetado final de una botella o la atención personalizada al visitante-, han convertido esta bodega en una marca de prestigio en todo el mundo. Lo demuestra que algunas de sus etiquetas -como el exitoso Edulis- se pueden disfrutar en 50 países y sobre todo, el reciente premio internacional que ha recibido la más mimada de sus referencias: Lealtanza Reserva 2012.

Este vino, que define el estilo de la bodega, ha sido calificado con 97 puntos y Medalla Platino en la última edición de los Decanter World Wine Awards, el concurso más prestigioso del continente asiático. En palabras de Carlos Ferreiro, enólogo de la bodega, “este reconocimiento tiene especial relevancia porque se trata de la puntuación más alta y la única Medalla Platino otorgada a un vino de Rioja”.

Lealtanza Reserva 2012 está elaborado con uva 100% tempranillo y tiene una crianza de 18 meses en barricas de roble francés, posteriormente reposa 3 meses en tinos de roble francés Allier de 22 hl. y 12 meses en botella. De color granate con ribete ligeramente anaranjado, cuenta con una buena intensidad olfativa. Además, combina a la perfección la frescura de los frutos rojos como la frambuesa y la cereza y la complejidad que le aporta la barrica francesa. En nariz comienza con notas de pimienta y los sutiles balsámicos dan paso a leves notas de ahumados y torrefactos. En boca tiene una entrada ligera a la par que amplia y redonda, de tanino amable, con acidez media-alta y gusto residual agradable y persistente. Esta gran versatilidad le permite llegar a muchos tipos de consumidores. Su PVR es de 12 € y está también disponible en formato Magnum -presentado en estuche de madera- por 30 €.

Y es que Bodegas Altanza pretende, desde 1998, hacer vinos para todo tipo de paladares con un estilo propio, más vivaz y aprovechando los medios tecnológicos del momento sin perder ese carácter tradicional para optimizar procesos y seguir logrando los mejores resultados. En un ecosistema privilegiado, en la localidad de Fuenmayor, -en la Rioja Alta- se puede observar en su viñedo la diversidad de uvas que surgen de sus suelos arcillosos y calcáreos en las diferentes orientaciones e inclinaciones del terreno. Así, las variedades tempranillo y sauvignon blanc, que se extienden por las 220 hectáreas en propiedad con las que cuenta la firma, comparten la tierra con un espectacular olivar de 60 hectáreas.

Especializados en sus orígenes en reservas y grandes reservas 100% tempranillo, han ido incorporando a su amplio abanico crianzas, blancos aromáticos y semidulces, rosados… y también jereces en una colección exclusiva denominada Roberto Amillo, compuesta por, Palo Cortado, Amontillado, Oloroso, Pedro Ximénez y por último Brandy de Jerez. A esto se suman dos vermuts elaborados con Jerez.

Para los que deseen conocer más Bodegas Altanza (www.bodegasaltanza.com), además de visitas guiadas con un recorrido por las instalaciones y una cata de reservas extraídos directamente de barrica, ofrece toda una experiencia 360º en la que introducirse de lleno en la historia y el mundo de la bodega. Se trata de un viaje por el tiempo digno de vivir al menos una vez en el que adentrarse en la tierra, el clima, los sabores y los aromas... Otra forma de descubrir también el entorno es con la actividad Bike & Wine -para los más activos- donde se conocerá el paisaje riojano de la mano de un guía mientras se comprueba de una forma amena y curiosa los diferentes trabajos que se llevan a cabo en la viña.