Macarena Cutillas
Maestra de yoga y fundadora y directora de Californian Hot Yoga en Madrid (www.californianhotyoga.com), nos habla de la menstruación y nos da las claves para cuidar nuestro cuerpo y el planeta al mismo tiempo.
Las féminas, igual que el planeta Tierra, o el propio Universo, también experimentan cambios, ciclos naturales. Como maestra de yoga, puedo decir, que cada una llega a la práctica de una manera única, toda mujer experimenta el ciclo menstrual de forma diferente. Para algunas la menstruación es sencilla y fácil, mientras que para otras puede ser dolorosa y estresante. En muchos de los textos sobre yoga para mujeres aconsejan una práctica altamente modificada, resaltando las posturas restaurativas básicas y la ausencia de inversiones. Sin embargo, muchas practicantes seguimos con nuestra práctica habitual de asanas o posturas durante la menstruación, sin que se hayan observado efectos negativos. La cuestión de si se pueden hacer inversiones o no al menstruar es de una gran polémica. No hay pruebas médicas que apoyen que las inversiones provoquen algún mal como la menstruación retrógrada, incluso recomiendan su práctica. Por eso, para mí, la mejor guía para practicar con la menstruación es trabajar la aceptación, en lugar de la lucha (como también sucede con la vida).
Es decir, si un día sientes que estás haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantener una postura, o simplemente no te sale, sal de ella, modifícala, cámbiala por otra, o solamente respira ese día.
De la misma manera que debemos cuidar y respetar nuestro cuerpo, las mujeres también tenemos la responsabilidad de cuidar el planeta. Por eso empecé a usar la copa menstrual, en concreto, enna Cycle en mis clases ¿has oído hablar de ella?
Aunque parezca sorprendente se usa dese hace más de 80 años, tiempo suficiente para que hayan realizado estudios que por ejemplo (este es de 1952) la presentan como una buena alternativa para evitar las infecciones vaginales y otras molestias causadas por los tampones. Hay una gran cantidad de razones para cambiar a una copa menstrual, por eso me he tomado el tiempo de escribir este articulo. Es más barato, más segura y elimina enormes cantidades de desechos de los vertederos. La copa menstrual es más segura que los tampones. No interrumpe el ambiente vaginal, ni raspa la pared de la vagina como lo hacen los tampones. También facilita una mejor comprensión del propio ciclo, ya que se puede observar la cantidad, la consistencia y el color del flujo.
Para aquellas que no están familiarizadas, la copa menstrual es exactamente lo que parece: es una copa para la sangre menstrual. Podemos encontrarla de diferentes materiales, en el caso de enna cycle, es de silicona biodegradable de grado médico, totalmente compatible con el organismo y flexible, pero también existen otras alternativas en látex o caucho natural. La manera de aplicarla es plegándola, o utilizando el aplicador que trae enna cycle, y luego se insertándola en el canal vaginal donde se abre para crear como una ventosa con la pared interna de la vagina. Cuando se usa correctamente, la copa permanece firmemente en su lugar y recoge el fluido menstrual hasta que se vacía. Dependiendo de la cantidad de flujo, la copa puede dejarse en su lugar hasta doce horas y se puede usar con seguridad durante alta actividad como en una de mis clases de yoga y durante la noche.
Sin embargo, una de las desventajas de la copa menstrual es que se trata de un método bastante desconocido, esto requiere de un cierto aprendizaje para acostumbrarse a su uso, y puede generar cierto miedo a la hora ¡de poner los pies por encima de la cabeza en tu clase de yoga! Como usuaria y defensora de la copa menstrual, os diré claramente que, si vais a hacer el cambio, debéis olvidaros de la aprensión por la sangre. Cuando vacíes la copa, vaciarás el contenido en el inodoro, enjuagarás la copa en el lavabo, la doblarás y la volverás a insertar. Y como practicante de yoga, si vas a venir a clase, entonces te aconsejo simplemente que la vacíes siempre antes. Esto a veces implica un poco de sangre en las manos. También implica aventurarse dentro de tu vagina tanto para la extracción como para la inserción.
Explorarte en la esterilla, reconociendo tus cambios hormonales y dejar ser al organismo aceptándolo, es el primer paso hacia ser más libre.
¡Recuerda que no somos nosotras las que estamos al servicio del yoga, sino el yoga el está a nuestro servicio!” Yoga, menstruación y copa menstrual
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