Tu receta para perder peso en 2020: ponerte a dieta antes de Navidad

Motivación, fortaleza mental y preparación psicológica, los tres ingredientes del Coaching Nutricional

Perder peso es uno de los grandes propósitos de año nuevo, una de esas promesas que, cada temporada, aparece marcada a color en la casilla del 8 de enero de nuestro calendario.

Es muy posible que la hayamos señalado a principios de diciembre, cuando el ambiente prenavideño, cargado de buenas intenciones nos recuerda que la salud es lo primero. Es entonces cuando decidimos que apuntarnos al gimnasio y luchar contra la báscula serán nuestras prioridades en el año que entra.

Para el experto en diagnóstico de la obesidad, José Luís Sambeat, deberíamos recordar la máxima de Albert Einstein  referida al pensamiento científico “ No esperes resultados diferentes si sigues haciendo lo mismo” y aplicarla ahora a algo más prosaico pero necesario, adelgazar.

Advierte el doctor Sambeat en su libro Coaching nutricional para tener éxito en tu dieta”  que uno de los grandes errores por los que fracasan las dietas es que decidimos esperar al lunes para comenzar un régimen de pérdida de peso. El motivo es que el lunes es el día en el cambiamos nuestro esquema mental para volver de nuevo al trabajo, tras los días de descanso. El regreso a la rutina, explica el experto, conlleva retomar  las obligaciones y con ellas a un sentimiento de malestar o, como poco, una sensación no gratificante: madrugar, aguantar el atasco, retomar en ocasiones tareas mal remuneradas y, ahora, ponernos a régimen.

En principio, podría decirse que esta monotonía de horarios y tareas ayuda con las pautas de una alimentación estructurada, que evite picar entre horas, tomar alcohol con amigos o salir a cenar y caer así en las tentaciones. Sin embargo, cuando llegue el viernes, buscaremos una gratificación, una recompensa al esfuerzo de toda la semana y es fácil que, si salimos con amigos, esa recompensa sea comida o bebida.

Por otro lado cuando nos decidimos a comenzar una dieta, es cuando nuestro nivel de fuerza de voluntad está en lo más alto. Si comenzamos el viernes, con plenitud de fortaleza motivacional, estaremos mucho más predispuestos a enfrentarnos, y vencer, a las tentaciones que se nos van a  presentar en nuestro encuentro con esos allegados incitadores al pecado gastronómico.

Por este motivo, siempre es mejor comenzar una dieta el viernes, al igual, considera José Luís Sambeat, que lo es decidirse a luchar contra la báscula antes de la Navidad. Esta decisión, que puede parecer algo loca teniendo en cuenta todos los compromisos sociales y comidas familiares que se acumulan en pocos días, puede ser una garantía de éxito de cara a ese 8 de enero que nos espera en el calendario.

Por supuesto que en estas fiestas vamos a engordar, reconoce el autor de El Método San Pablo de Nutrición, por supuesto que las calorías ingeridas van a superar los índices tolerados en cualquier plan de adelgazamiento, pero si llegado el 22 de diciembre se ha perdido ya peso, la motivación para controlar lo que se toma va a ser mucho mayor.

La persona se va a ver mejor en su traje o vestido de fiesta, más delgada, con mejor imagen y la motivación va a hacer su entrada en escena. Resulta vital este planteamiento para evitar “el otro”, “el habitual”, el que suele decirnos “come y bebe todo lo que quieras que después de Reyes te lo vas a quitar”. La más terrible y devastadora de las frases que se suele oír, con relación a la comida desde el principio del mes de Diciembre hasta el 8 de Enero es: “Total, como el día 8 de Enero me voy a aponer a dieta, pues hasta entonces voy a aprovechar a despedirme de…” Esto provoca que huyamos de la báscula y nos acerquemos a la nevera, la bandeja de dulces navideños, que asistamos a todas  las reuniones “tapita-amigos”…

Después de Reyes, el peso ganado  suele hacer muy difícil  empezar cualquier dieta y, si le sumamos, esa vuelta a la rutina antes comentada, todo  va a quedarse en nada, en otro propósito de año nuevo no cumplido.

Así pues, esta sería la receta para llegar a enero sin ganar peso e incluso con mejor figura: cambia tu plan de acción, ponte a dieta antes de Navidad y mantén tu decisión con la fortaleza mental y preparación psicológica que te da el coaching nutricional.