Tú eres diferente y tu vino también puede serlo con etiquetas personalizadas

A veces nos esmeramos en buscar un buen vino para un evento especial. Pero le falta un plus que lo haga diferente, que le ponga al vino algo de nuestra personalidad o de nuestra imagen. Eso se puede conseguir con las etiquetas personalizadas, un recurso muy polivalente, atractivo y económico, válido tanto para particulares como para bodegas o establecimientos de hostelería.

La originalidad y la distinción ganan cada vez más protagonismo en el mundo del vino. Nadie quiere sucumbir a la homogeneidad. Tomos somos diferentes y nos esforzamos para que se note. Uno de los mejores recursos para conseguirlo son las etiquetas personalizadas, totalmente adaptables a todo tipo de botellas y muy adecuadas para singularizar bodas, comuniones o cualquier otro festejo.

La gran ventaja de estos productos es la absoluta libertad. No hay más límites que la imaginación y la creatividad. Bueno... y el espacio. Aunque incluso en esto hay un margen generoso, ya que las etiquetas pueden ir desde los 74 hasta los 104 milímetros. Ahí podemos plasmar todo lo que se nos ocurra, desde un diseño convencional hasta la propuesta más arriesgada y llamativa. Y para quien necesite un poco de ayuda la propia empresa ofrece una plantilla que resulta muy útil como guía a la hora de preparar la etiqueta.

El potencial de las etiquetas personalizadas es enorme. En una boda o en cualquier celebración familiar aportan un toque de exclusividad con el que podremos sorprender a los invitados. Las botellas de vino, o también las de agua o champagne, pasar de tener la condición de un mero recipiente a la de un cotizado 'souvenir' del evento. Una original manera de que un día tan especial quede en la memoria familiar.

Como no hay límites, este tipo de etiquetas resultan también especialmente apropiadas como soporte humorístico, dándole ese toque simpático e incluso gamberro a la jornada festiva. Un comentario ingenioso, algún entresijo de los novios o de la familia y hasta un chiste de intenciones dudosas caben en la etiqueta y le dan un valor extra al vino.

Muy aconsejable para bodegas y hostelería

Esta tendencia, la de contar con una estética muy ajustada a los gustos de cada consumidor y en la que él mismo pueda interactuar, no está pasando inadvertida para las bodegas más innovadoras y los establecimientos de hostelería de referencia.

Para las bodegas, la flexibilidad que ofrece el comercio electrónico y la capacidad de atender peticiones muy singulares tienen un aliado perfecto en las etiquetas personalizadas. Les permite conjugar su propia marca con elementos gráficos con los que el consumidor se identifique, lo que al final podrá traducirse en una mayor fidelidad del cliente. "Este vino lo embotellan para mí", podría decir.

En vinotecas, bares y restaurantes, la personalización de las etiquetas refuerza también ese vínculo tan directo con la clientela. A la hora de organizar un evento, son un medio muy interesante para distinguirse de la competencia y que incline la balanza en su favor. Por poner un ejemplo, el local tiene más bazas para ser el elegido en una cena de empresa si ofrece que las botellas incorporen la marca de la compañía o un mensaje especial a la plantilla en las etiquetas.

 

ATRACTIVO Y ECONÓMICO

Esta solución resulta tan atractiva como económica. Las etiquetas personalizadas, realizadas en PVC blanco brillante y muy fáciles de pegar sobre la botella, tienen un pedido mínimo de 25 unidades. Su precio varía según la cantidad que se adquiera y rondan e incluso bajan de los dos céntimos de euro por unidad en el caso de pedidos que superen el umbral de las 5.000 unidades.

Los pedidos se pueden efectuar de forma muy fácil. Enviar nuestro diseño a través de la web no podría ser más sencillo, el trabajo es de una extraordinaria calidad y en aproximadamente dos semanas los tenemos allí donde los necesitemos. Y para quienes estén siempre con urgencias, el plazo se reduce a prácticamente 48 horas con un pequeño coste adicional. Ser y verse diferente nunca ha estado tan a mano.