En línea con la necesidad de mantener una experiencia de consumo auténtica, TGB introdujo hace ya cinco años los avisadores luminosos en forma circular como método de llamada a los clientes que esperan su pedido. Los fans de la marca están muy familiarizados con el popular disco ideado por la empresa española Touchit, y que en su momento supuso una gran novedad en restauración organizada. Han pasado los años y el flujo de clientes en los locales de la “buena hamburguesa” sigue avalando este invento tecnológico, que facilita la vida tanto del comensal como del personal del restaurante.
El funcionamiento es muy sencillo. El personal del establecimiento entrega el llamador al cliente una vez que ha pasado por el mostrador de pedido, de forma que éste pueda acomodarse en su sitio, conversar con sus amigos o aprovechar para hacer una llamada. El cliente evita colas de espera de pie y ruidos innecesarios. En TGB todas las burgers se cocinan al momento y cuando están listas el llamador se enciende para dar la señal al cliente. En cuanto a la productividad de los locales, se consigue una mayor rotación en mesas lo que beneficia directamente al volumen de facturación, y a la mejora de la productividad y la calidad del servicio.
¿Qué les diferencia respecto a otros llamadores?
Los “ovnis” de TGB, así son conocidos entre los fieles seguidores de la marca, tienen una doble utilidad: como se ha descrito, constituyen un comunicador inalámbrico infalible, pero además sirven como soporte de marca visible y muy llamativo.
Hoy en día casi todas las cadenas de restauración organizada disponen de un llamador de similares características, lo que enorgullece a Restalia, grupo que opera TGB, como empresa precursora en el uso de esta tecnología.
The Good Burger nació en 2013 y ya es la tercera franquicia en España en número de establecimientos. Recientemente ha sido elegida por los consumidores como Comercio del año 2018-19 en la categoría de hamburguesería. The Good Burger es el restaurante de los amantes de las burgers y el estilo de vida urbano. Venir a TGB es disfrutar de una experiencia gastronómica única en la que se entremezcla el diseño de nuestros locales con una carta sorprendente. En nuestro universo conviven bicicletas fixie, música independiente, arte callejero… TGB más que una hamburguesería es un estilo de vida.
