El pelo rizado posee unas características especiales que hacen que su cuidado sea diferente al del pelo liso.
En primer lugar, suele ser más seco que este último y, a causa de su forma en bucle, posee una cutícula más abierta, por lo que requiere mucha nutrición.
Tampoco puede peinarse del mismo modo, sino que debe desenredarse cuando aún está húmedo y con un peine de púas largas, nunca en seco y con cepillos, puesto que estos separan mucho el pelo.
Es importante cortar las puntas a menudo para sanear y, preferiblemente, no utilizar cuchillas sino cortarlo a tijera para dañar lo menos posible las cutículas.
Por último, es imprescindible tratarlo con productos específicos que le aporten la hidratación adecuada y reduzcan el encrespamiento al mínimo como los de la gama Rizos y Ondas de belle.
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