RÓMOLA. TODO EL PLACER. NADA DE CULPA

Alta gastronomía saludable en la que el placer de disfrutar y el cuidado de uno mismo se dan la mano Andrés Jaque firma un espacio que permite al comensal vivir una experiencia más allá de lo gastronómico, dentro de los límites de la belleza, el arte o la moda

Rómola. No es casualidad que su nombre coincida con el de la novela de George Elliot, historia que sumerge al lector en la Florencia del Renacimiento, con su contexto artístico e intelectual en el que la belleza adquirió un significado especial y en el que comenzaron a gestarse ideas de libertad que no se hicieron realidad hasta tiempo después. Belleza y libertad son precisamente conceptos que se respiran en Rómola, en su local situado en la confluencia de las calles Hermosilla y Marqués de Zurgena, en pleno Barrio de Salamanca.

Rómola es el resultado de la unión de dos conceptos: el placer de disfrutar y el cuidado de uno mismo. Una propuesta gastronómica de alto nivel sin renunciar a la salud ni a la belleza: las recetas son hipocalóricas (en la carta se detalla el volumen de calorías de cada plato), sin azúcares añadidos, grasas trans ni harinas refinadas. Un concepto de restauración que trasciende a lo gastronómico para jugar con mundos cercanos a la belleza, la moda, la arquitectura o el arte. En definitiva, Rómola es todo lo que se busca en un estilo de vida contemporáneo: 10 0% placer; 100% salud y belleza.

Propuesta gastronómica

La carta de Rómola ha sido diseñada por su chef ejecutivo Jorge Reina en colaboración con Pronaf, empresa para la educación de hábitos de vida saludables, quien ha asesorado al equipo de cocina sobre ingredientes, nutrientes y valores calóricos de cada uno de los platos. En Rómola se prescinde de frituras y conservantes, y se apuesta por carnes criadas en libertad, pescados salvajes y una cuidadosa selección de las mejores frutas y hortalizas. Reina, formado en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid, ha trabajado con algunos de los mejores chefs España y Europa como Quique Dacosta, Joachim Wissler, Diego Guerrero o Alberto Chicote, además de en las cocinas de Cambio de Tercio en Londres. En la actualidad, al mando de Rómola, apuesta por desarrollar una cocina donde predomine el cuidado por el detalle, con base local e influencias globales, y sobre todo con el objetivo de aunar la alta cocina con los hábitos de vida saludables alejados de la monotonía y aburrimiento.

Rómola es un concepto del que disfrutar a cualquier hora del día, desde el desayuno a la cena, sin olvidar una atractiva propuesta de coctelería. En su menú principal destacan platos tan innovadores como el aguacate ahumado con atún rojo y caldo dashi (384 cal.); el tartar de tomate con nieve de tomate y albahaca (276 cal.) la empanadilla” de vieira con corvina acevichada (386 cal.) ; el jarrete de ibérico glaseado en 4 cocciones con endivias al carbón de encina (297 cal.); el San pedro al carbón con curry de cúrcuma (186 cal.); o postres como el granizado de jengibre con sorbete de manzana verde con sopa de hinojo y vainilla (223 cal.). Dentro sus desayunos encontramos cafés orgánicos, tés, infusiones y smoothies, disponibles para llevar; tostadas orgánicas de pan de centeno y espelta; y tartas y pasteles libres de harinas y azúcares refinados.

Las meriendas saladas son otra magnífica opción con recetas como el taco de pesto de kale con pastrami casero de picanha (263 cal.) o la focaccia integral con paté de alcachofa y sobrasada vegetal y katsoubushi (231 cal.).

Rómola también cuenta con una carta de brunch en la que destacan delicias como los huevos benedictine clásicos (276 cal.) o el tramezzino de sobrasada vegetal y hummus de alcachofa (270 cal.) o el roast beef de potro (340 cal.).

Andrés Jaque, cercano a la estética clásica

El estudio del arquitecto Andrés Jaque firma un espacio transformado en una oda al arte y a la belleza, con referencias a la historia clásica. La planta de acceso se estructura en dos alturas que permiten la diferenciación de espacios: un primer área para disfrutar de algo dulce o picar entre horas, en la que cristales abatibles tornan el ambiente en una semi-terraza bajo una magnífica lámpara circular; y una zona principal, a modo de templo, coronada por vertiginosas piezas de mármol estatuario y detalles vegetales, que conviven con asientos de estructura metálica tapizados en verde oliva.

En la planta baja, la cocina se descubre a la vista del comensal y convierte el espacio en testigo de un verdadero espectáculo entre fogones. Clasicismo dentro de un contraste de materiales como roble, terciopelo, acabados dicroicos y mármol.

Como reza su claim (unguilty pleasures), Rómola es el lugar en el que dejarse llevar por los mejores placeres de la vida sin pesares, un templo del buen comer donde la libertad se da la mano con la belleza.

RÓMOLA

·Dirección: calle Hermosilla, 4, Madrid

·Teléfono de reservas: 911 344 943

·Precio medio: 35€

·Horario: L-J de 8:00h a 1:00h; V de 8:00h a 2:00h; S de 10:00h a 2:00h; D de 10:00h a 1:00h

IG:@beromola

FB:@romolaexperience