1- Comprando al por mayor o a granel siempre que sea posible, adquiriendo productos con muy poco o ningún embalaje, y optando por envases familiares por encima de los individuales.
2- Utilizando bolsas de tela para ir a comprar. Muchas de ellas se pueden plegar cómodamente ocupando muy poco espacio y pudiéndose utilizar tantas veces como sea necesario.
3- Eligiendo regalos “no materiales”. En este mundo en el que estamos cargados de cosas, ¿qué mejor que optar por regalar experiencias como un viaje, una cena, una obra de teatro o un concierto?
4- Usando el transporte público más a menudo para reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2. En el caso de que sea indispensable coger el coche o la moto, conduciendo de forma más ecológica arrancando el motor sin pisar el acelerador, introduciendo la 2ª marcha a los 6 segundos aproximadamente, cambiando de marcha sin revolucionar el coche y manteniendo siempre la marcha más alta posible o distribuyendo el peso en el interior del coche de forma uniforme, evitando siempre que sea posible el uso de la baca, ya que este accesorio aumenta la resistencia al aire del vehículo, incrementando así el consumo del carburante.
5- Usando pegatinas “anti-publicidad” en los buzones y pidiendo expresamente que las empresas nos envíen sus facturas u otras comunicaciones por correo electrónico. La mayoría de bancos y compañías de servicios básicos ofrecen esta posibilidad.
6- Vigilando la eficiencia energética en los hogares, graduando la temperatura del aire acondicionado y la calefacción hasta niveles razonables, prestando atención a las etiquetas energéticas de los electrodomésticos que se compran, desenchufando los aparatos que no se utilicen y maximizando las cargas de lavadoras y lavavajillas.
7- Bebiendo agua del grifo para evitar el desbaratamiento de botellas de plástico. En algunas zonas donde el agua no tiene buen sabor, se pueden usar sistemas de filtrado como TAPP 2, el único filtro para el agua del grifo con cartuchos biodegradables. Este nuevo filtro de TAPP Water está realizado con plástico PLA biodegradable y un bloque de carbón activado hecho a base de cáscaras de coco para respetar el medioambiente. Además su embalaje es 100% biodegradable, impreso con tinta de soja y plegado mecánicamente, sin pegamento. De este modo, abierto el embalaje y transcurrida la vida útil del cartucho, ambos pueden depositarse cómodamente en el contenedor de reciclaje de materia orgánica con la tranquilidad de no estar contaminando el medioambiente con residuos plásticos. En los casos en los que el agua del grifo tiene buen sabor, la mejor opción a nivel de residuos es, sin duda, beber directamente el agua del grifo.
Estos pequeños gestos tienen muy poco impacto en nuestro día a día, pero contribuyen notablemente a la protección del medio ambiente. La prevención de residuos y una mejor gestión de los mismos harán que vivamos en un planeta más limpio y sostenible.
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