La campañas informativas lo repiten una y otra vez: ante el aumento de las temperaturas, la prioridad es mantener un buen nivel de hidratación corporal. Cuanto más calor hace más líquido pierde el cuerpo a través del sudor, por lo que necesitamos compensarlo para mantener el balance hídrico. De lo contrario, nos exponemos a sufrir deshidratación, de leve, a severa, que puede conducirnos hasta la muerte.
Las personas que más vigilancia precisan son los niños pequeños y los ancianos. Los primeros porque no son conscientes de sus necesidades y los segundos porque, en muchas ocasiones, se encuentran solos y/o débiles. El calor y la falta de agua puede complicar cualquier problema de salud en las personas de edad avanzada. Es preciso señalar, además, que en este grupo de la población, disminuye la sensación de sed, con lo cual es necesario mantener la alerta.
Así pues, es necesario seguir la recomendación general de la AESAN, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, en torno a la ingesta de agua diaria, que debe ser de entre dos y dos litros y medio diario en cualquier estación del año. En verano, además, debemos vigilar nuestra sensación corporal de temperatura y la sed e hidratarnos según cada situación. Los viajes, las excursiones, el cambio de la dieta…Todo influye en la necesidad orgánica de líquido.
En este punto, es donde el experto en nutrición, Ata Pouramini, avisa: cuidado con calmar la sed refrescos y otras bebidas propias del verano. Sus niveles elevados de azúcar nos suelen dar más ganas de beber y nos aportan calorías asociadas a enfermedades cardiovasculares.
Idéntica recomendación sirve para otras bebidas que el experto engloba en los llamados “falsos alimentos sanos” como los zumos infantiles procesados, que bajo los reclamos de vitaminas y minerales y otros elementos que remiten al crecimiento, esconden su relación con la obesidad infantil. Es necesario, advierte, leer bien las etiquetas y proteger a los niños de edulcorantes artificiales, conservantes y azúcares industriales.
Por el contrario, el azúcar natural y una buena cantidad de agua se encuentra en la fruta. Para los más pequeños, Pouramini la recomienda en verano a cualquier hora del día. Para los mayores, siempre lo mejor es recurrir al producto de temporada. La sandía, por ejemplo, es un alimento muy refrescante y que responde a las necesidades de líquido en verano.
En este sentido, otra advertencia en relación a los smoothies, los batidos de verdura con una base líquida de zumo de fruta, agua o yogur. Para el autor de “Tú eres tu medicina” lo bueno de estos preparados es realizarlos de forma casera, con productos sanos y frescos: nunca sustituirlos por algunos que ya se venden con estos adjetivos como reclamo. De nuevo, podemos encontrarnos con que el producto está lleno de azúcar y, al contrario de lo que pensamos, es malo para nuestra salud.
Por otro lado, la hidratación, que también facilita la moda o tendencia de los zumos detox , advierte Pouramini, aporta, además, vitaminas, minerales, fibra y otros elementos, pero debemos tener cuidado de que no sustituyan a una dieta completa. En el verano se realizan también sobreesfuerzos y debemos incluir todos los nutrientes.
Por último, es preciso recordar las necesidades específicas de hidratación a las personas con la función renal alterada y a quienes estén bajo una medicación específica. Algunos fármacos modifican y aumentan la necesidad de líquido.
Ata Pouramini es director de Quiropractic Valencia y autor del libro “Tú eres tu medicina.
Es orientador en salud, experto en nutrición y uno de los quiroprácticos más reconocidos . Estudió Nutrición en la Oxford Brooks University, es Licenciado en Ciencias Humanas, Master en Ciencias Quiroprácticas, Doctor en Quiropráctica y miembro de la Asociación Española de Quiropráctica.