Loctite, la marca referente en adhesivos, en su apuesta por la innovación, lanza Kintsuglue, una masilla flexible que permite reparar objetos hasta en las superficies más flexibles. Esta innovadora solución tiene como objetivo devolver a la vida todo tipo de productos, evitando desecharlos tras una rotura.
Este lanzamiento de Loctite crea una nueva categoría: la de masillas flexibles. Kintsuglue se puede aplicar a objetos de uso cotidiano como auriculares, cables, tazas, platos, macetas o correas de reloj. Además de en superficies rígidas, Kintsuglue también puede aplicarse a las superficies más flexibles a través de un sencillo modo de empleo: se moldea con los dedos, se aplica en el objeto y, finalmente, se deja reposar 24 horas para un completo secado, obteniendo un resultado igual o mejor que antes.
Loctite ha llevado a cabo un importante proceso de innovación para dar con un producto que devolviera su uso original a los objetos. Como resultado, Kintsuglue destaca por las siguientes características:
Es muy flexible, con la aplicación de una fina capa de esta masilla, se consigue reparar objetos como los cables de los cargadores de los móviles o los auriculares.
Es moldeable, lo que permite darle cualquier forma antes de que el producto se seque y adaptarlo a cualquier tipo de rotura o desperfecto.
Es suave, con un tacto similar al de la plastilina.
Es fuerte. Tras 24 horas, la reparación será fuerte hasta 2kg/cm2.
Es resistente al agua y a la lluvia.
Es resistente a las diferentes temperaturas, desde 20o bajo cero hasta más de 140o.
Además de para reparar objetos, Kintsuglue también sirve para proteger esquinas o cables antes de que se rompan, reconstruir desde cremalleras hasta el mango de una sartén, o reforzar objetos como el asa de un cubo o un llavero.
Se encuentra disponible en blanco o negro –pudiendo mezclarlos para conseguir cualquier tono de gris- y se puede pintar de cualquier color, para pasar desapercibido y conseguir una discreta reparación.
El producto se vende en un pack de 3 monodosis de 5g para diferentes usos, con un packaging que incluye amplias explicaciones didácticas e inspiraciones para aplicarlo en todo tipo de objetos.
El origen del nombre, “Kintsugi: El arte de reparar”
Según la cultura japonesa, hay que apreciar la belleza y el valor de las imperfecciones, considerando las roturas de los objetos como una parte fundamental de la historia de los mismos. Como respuesta, desarrollaron una técnica que les permitía arreglar los objetos de cerámica con oro, plata o platino, destacando su singularidad. Está técnica se llama Kintsugi.