Inaugurado recientemente en la calle Hermosilla 85, Grosso Napoletano presenta un concepto gastronómico único en la capital. A través de una propuesta cuidada y sencilla, el restaurante ha conseguido establecerse, en pocos meses, como el mejor establecimiento para degustar la pizza originaria de Nápoles del S.XVIII.
Grosso Napoletano nace de la pasión de Hugo Rodríguez de Prada por Nápoles y su gastronomía. Su historia comienza en 2009 en Nueva York, con el descubrimiento de un restaurante de pizza napolitana cerca de su casa. Su fascinación por esta modalidad de pizza de masa fina y bordes crujientes le llevó a visitar la ciudad italiana en 2010 para recorrer todas las pizzerías tradicionales y estudiar sus masas y recetas clásicas. En los años siguientes, visita la ciudad innumerables veces para en 2016 embarcarse en la aventura de crear un restaurante de pizza napolitana en Madrid con la intención de revolucionar el concepto de pizzería en España. De esta forma, el 21 de febrero de 2017 inaugura Grosso Napoletano en el corazón del barrio de Salamanca.
Todo el protagonismo para las pizzas
Las de Grosso Napoletano son pizzas muy especiales que se cocinan en un horno de leña de piedra refractaria construido ex profeso en Nápoles por artesanos de cuarta generación. Un horno de 2.500 kilos que se mantiene a una temperatura constante de 500 ºC desde que los pizzaiolos (todos procedentes de Nápoles) lo encienden puntualmente cada día a las diez de la mañana. Por el horno pasan más de 200 pizzas diarias que, gracias a las altas temperaturas a las que son cocinadas, tardan menos de 90 segundos en estar listas.
Los ingredientes para su elaboración son, casi en su totalidad, frescos e importados desde Nápoles: la burrata, la mozzarella di búfala campana DOP, el prosciutto, el salame picante napoletano, la base de tomate San Marzano, la fior di latte,…
Para ser considerada verace pizza napoletana, los pizzaiolos usan una finísima harina de fuerza tipo 00 (mucho más elástica). Además, la masa se trabaja con doble fermentación durante unas 48 horas antes de incluir los ingredientes y meterla en el horno. Todo este proceso tiene como resultado unas pizzas de masa tierna y fina y bordes gruesos y esponjosos.
Entre las mismas cabe destacar la popular Grosso, elaborada a base de mozzarella, tomate San Marzano, rúcula, prosciutto di Parma, lascas de parmesano y tomate cherry; la Vegana, con tomate San Marzano, berenjena, calabacín y un toque de ajo, la Borghese, con base bianca de crema trufada y mozzarella, prosciutto di Parma y champiñones o la Diavola, para los amantes del picante, hecha a base de salame picante napoletano, mozzarella y tomate San Marzano. La carta se completa, además, con un total de cinco entrantes fríos, dado que el restaurante no tiene cocina.
Para finalizar la propuesta gastronómica el restaurante culmina con postres como la Ichi´s Nutella Pizza, una pizza de nutella y crema mascarpone o el Albero da Zia Lucy, famosa crema de nata helada, polvo de galleta y, como dicen ellos, mucha magia.
El maridaje perfecto para este festival de auténtica gastronomía napolitana es una gran variedad de cervezas artesanales españolas e italianas.
La sencillez y amplitud propia de un espacio industrial
En el interiorismo de Grosso Napoletano, obra de Blume Studio ( www.blumestudio.es) destaca la sencillez y amplitud propia de un espacio industrial. El predominio de la madera, el hierro y las plantas es notable en un restaurante con aforo para 50 comensales que entre comidas y cenas llega a dar 4 turnos al día y elaborar más de 200 pizzas. Pizzas que ya se han convertido en todo un reclamo y que los comensales disfrutan mientras observan en la barra como los pizzaiolos napoletanos discuten y cantan en italiano mientras cocinan como a la antigua usanza.
El restaurante cuenta, además, con servicio a domicilio y de recogida en el restaurante.