Se entrega en Valencia el galardón científico internacional más prestigioso en materia de alimentación sostenible

Valencia acogió ayer el acto de la entrega del III Premio Daniel Carasso, el galardón científico internacional que la Fundación Daniel & Nina Carasso otorga cada dos años en reconocimiento a la labor de investigación y excelencia de alto nivel en alimentación sostenible.

El acto, en el que la Dra. británica Jane Battersby se alzó con el prestigioso premio, contó con la presencia del Excmo. alcalde de Valencia, Joan Ribó, y se completó con una jornada en la que diferentes expertos debatieron sobre la necesaria transformación de los sistemas alimentarios actuales.

El jurado, compuesto por un grupo de nueve expertos internacionales, destacó la profundidad del enfoque sistémico y transversal (combinando las dimensiones medioambiental, económica, social y nutricional) que plantea el trabajo de la investigadora británica sobre la alimentación, así como su capacidad para vincular las cuestiones locales a la agenda política internacional.

En palabras de la galardonada, que recibió una dotación de 100.000 euros, “los sistemas alimentarios que nutren nuestras ciudades son injustos y poco sostenibles. Existe demasiada gente, especialmente aquella con escasos recursos, que no tiene acceso a una alimentación asequible y nutritiva. De hecho, hoy por hoy, las personas con sobrepeso triplican a las que pasan hambre en el mundo. Una tendencia en aumento que, en el caso de España, afecta a más del 60% de los hombres. Sin duda, una creciente manifestación de la pobreza urbana.

Marina Nahmias, Presidenta de la Fundación Daniel y Nina Carasso, quiso resaltar que “el trabajo dirigido por Jane Battersby proporciona una información crucial sobre cuestiones sociales de vital importancia. Gracias a investigaciones como la de la doctora Battersby es posible tomar medidas eficaces contra la pobreza y la desnutrición en el ámbito urbano, mediante la integración de los problemas alimentarios en las políticas urbanas y en su planificación. Compartimos su convicción de que un sistema alimentario que no responda a las necesidades de toda la ciudadanía no es un buen sistema para nadie “.

Por su parte, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, subrayó la importancia de la labor que “hoy, como hace casi un siglo, llevan a cabo personas y entidades llenas de buena intención, quienes trabajan por dignificar la vida de los demás, resolviendo problemas, aplicando nuevos conocimientos. En el horizonte se atisban las grandes soluciones a los grandes retos de esta época y, con toda seguridad, la alimentación es uno de los grandes temas de presente y de futuro. Es una cuestión fundamental, que debe ser considerada como prioridad global”.

 

La necesaria transición hacia sistemas de alimentación sostenible

Además de la entrega del Premio, la jornada acogió una mesa debate centrada en la búsqueda de soluciones para la implantación de sistemas sostenibles que permitan garantizar el acceso global a una alimentación saludable, así como una mayor protección de la diversidad y la lucha contra el desperdicio de alimentos.

Así, un grupo de expertos en esta materia dialogó sobre la necesidad de establecer un  punto de unión entre todos los ámbitos y actores que conforman el entramado del sistema alimentario, a través de la búsqueda de sinergias y la colaboración de todos los implicados.

En este sentido, y en palabras de la Dra. Jane Battersby, “la concepción de un sistema alimentario alternativo que no cuente con el firme compromiso por parte de los dirigentes y de los principales agentes económicos, así como con políticas y marcos de planificación más  amplios por parte del sistema convencional dominante, obstaculiza la viabilidad de las potenciales iniciativas a nivel local. En este sentido, aspectos como la equidad, la gobernanza participativa, la educación o la igualdad de género son cruciales”.