Fundada en 1775, los vinos de EL GRIFO (www.elgrifo.com) fascinan porque demuestran un mimo absoluto al seleccionar y trabajar las uvas, la mayoría variedades prefiloxéricas, además de resistir a condiciones como los alisios, que soplan continuamente, y haciendo frente a la imposibilidad de mecanización. Para quienes reconocen el valor de los vinos creados por personas apasionadas y que eligen una referencia por todo aquello que cuenta, gota a gota, existen un blanco, un rosado, un tinto y también un moscatel, que son sencillamente perfectos. Y San Valentín es la ocasión ideal para brindar con ellos y enamorarse.
Malvasía Seco Colección 2018
Rosado de lágrima 2018
Las primeras lágrimas que brotan de las uvas de listán negro se convierten en este singular vino que derrocha frescura. De color frambuesa pálido, limpio y transparente, es joven y con aromas y recuerdos de frambuesa y casis. En boca, tiene buen volumen, es untuoso y bien equilibrado con final elegante y muy fresco. Es buen compañero de tertulias y confidencias. PVP: 14,50 euros
Tinto Colección 2018
Con un elegante color rubí, de capa media, limpio y brillante, la añada 2018 de EL GRIFO Tinto Colección destaca por sus sutiles notas a frutas rojas como la frambuesa y un ligero fondo balsámico. Hace gala de una personalidad acusada y en boca es muy vivo, fresco y expresivo, bien equilibrado, ligero y atlántico. PVP: 16 euros
Moscatel de Ana Brito
Es un vino natural elaborado con uvas Moscatel de Alejandría que proceden de las cepas más antiguas de la finca, anteriores a 1950 y algunas que datan del siglo XIX, todas ellas cultivadas a pie franco en ‘chabocos’, es decir, en agujeros en la lava volcánica, dada su exigencia de agua. En cuanto a su color es ámbar brillante con reflejos de caramelo, limpio y brillante. El aroma es complejo dado que se aprecian notas oxidativas de la larga crianza en barrica. En boca se perciben notas de fruta confitada, frutos secos y hierbas aromáticas procedentes del varietal.
Con quesos curados y chocolate es perfecto, pero no sólo... Su elevada acidez natural impide que resulte empalagoso, presume de un final largo y elegante. En definitiva, es un vino muy especial para recordar momentos únicos. PVP: 42 euros