A finales del siglo pasado, en 1999, se plantaron en La Verdosa las cepas destinadas a convertir en realidad el sueño de un gran amante del vino: José María Entrecanales. Muchas ilusiones y esfuerzos dieron sus frutos en poco tiempo, y en Navidad del 2003 ya estaba en el mercado el primer vino de ARRAYÁN: Premium 2002, que la prensa valoró positivamente. Fue el pistoletazo de salida de una carrera que ya no tenía vuelta atrás. En aquel entonces eran habituales los vinos rotundos, de gran peso. En el verano de 2008, el destino quiso que, fatalmente, se produjese un cambio en la dirección, y María Marsans tomó las riendas. Hacía falta redefinir conceptos y estrategias, pero sin dejar de lado la experiencia ya adquirida esos años. Se incorpora Maite Sánchez, joven enóloga pero con una larga trayectoria en bodegas muy reconocidas, para hacerse cargo de la dirección enológica de ARRAYÁN. Después de diez años echando raíces, a las plantas se les iba a pedir que nos diesen otros vinos. Y no sólo eso, se iniciaba una labor de búsqueda de las variedades autóctonas con las que elaborar vinos que expresasen mejor la zona: fruta, finura, elegancia. Hoy todos estos nuevos vinos ya ven la luz. Seguimos trabajando en esta línea y muy pronto tendremos más novedades, pero eso será ya en el siguiente capítulo. Cumplimos 18 años y esperamos que sean muchos más. |