¿Cómo planificar la dieta de tu bebé?

Nutribén® te cuenta las claves para llevar a cabo una correcta alimentación complementaria

Alrededor de los 4-6 meses de vida1, las necesidades nutricionales delos lactantes requieren la introducción de otros alimentos que complementen a la leche materna.La Organización Mundial de la Salud (OMS)sugiere2 que esta nueva fase de alimentación debe contar con alimentos de consistencia y variedad adecuadas, en unas cantidades y frecuencias apropiadas para el bebé.Por ello es imprescindiblesaber qué alimentospueden incorporarse a la dieta de un niño, así como cuándo podrán ser añadidos en suscomidas.

Los bebés están en continuo crecimiento y desarrollo, y es por ello que requieren de un cierto tiempopara adaptarse y digerir los nuevos nutrientes que se les van aportando con el paso de los meses.

¿CUÁNDO DEBEMOS INCORPORAR LOS ALIMENTOS MÁS BÁSICOS EN SU NUEVA DIETA?

Verduras y hortalizas

A partir de los 4 meses, el bebé puede empezar a comer verduras y hortalizas, excepto ciertos tipos concretos como las acelgas, la remolacha, el nabo o las espinacas por su mayor acumulación nitratos, por lo que se les ofrece a partir de los 12 meses.


Frutas

A partir de los 4 meses. Años atrás se retrasaba la ingesta de algunas frutas como el melocotón o la fresa por razones alergénicas, pero no hay una razón médica que justifique el retraso para conseguir una disminución de riesgo de alergia.

Carne

A partir de los 4 meses pueden comer cualquier carne. Lo más recomendable es comenzar con el pollo, pavo y el conejo, por ser de animales pequeños y menos grasos. A medida que el bebé digiera correctamente estos animales, se podrán añadir también la carne de ternera, de cordero o la de cerdo, que al ser más grasas y pueden ser más indigestas.

 

Pescado

A partir de los 6 meses, el pescado blanco se convierte en un gran alimento para la dieta del bebé. Por el contrario, no se recomienda el consumo de pescado de tamaño grande (atún, pez espada, emperador, lucio) por su alto contenido en mercurio. Es preferible incorporar estas variedades a partir de los 3 años.

Además, a causa de la presencia de cadmio, los niños deben evitar el consumo habitual de cabezas de gambas, langostinos y cigalas o el cuerpo de crustáceos parecidos al cangrejo.

Leche entera y sus derivados

La leche de vaca no se incluye en la dieta antes de los 12 meses, debido al exceso de proteínas y minerales que contiene, que resultarían perjudiciales para los riñones de los bebés. A partir de los 10 meses se puede incorporar en la dieta el yogur con bífidus.

La leche materna tiene cerca de 1 gr. de proteínas por cada 100 ml., mientras que la leche de vaca tiene 3,3 gr. por cada 100 ml.

Desde Nutribén®, se recomienda incluir en la dieta la leche de fórmula de continuación hasta los 12 meses, para después incorporar la leche de crecimiento hasta los 3 años. El motivo principal es su menor concentración de proteínas, en comparación con la leche de vaca.

Huevo

Al igual que ocurría con las frutas, con el huevo se ha mantenido también la falsa creencia de que un retraso en la ingesta conllevaba menos riesgo de suscitar alergia en el bebé. Por suerte, se ha comprobado que retrasar los alimentos en las dietas no disminuye el riesgo, sino que incluso puede dar lugar a un aumento de las posibilidades de que el bebé sea potencialmente alérgico.

A partir de los 6 meses, se aconseja que el huevo esté muy bien hervido (que la yema esté dura) y que se separe la yema del huevo. La clara se considera más alergénica que la yema.

Frutos secos

Se recomiendan dar chafados o molidos a partir de los 12 meses. Nunca ofrecerlos enteros por riesgo de atragantamiento.

Otros puntos a tener en cuenta

Se deberá continuar siempre con la ingesta de, al menos, 500 ml de leche diaria hasta los dos años o más.

Empezar con pequeñas cantidades de alimentos y aumentarlas gradualmente a medida que el niño va creciendo. Aumentar gradualmente la consistencia y variedad de los alimentos.La papilla es la mejor opción para comenzar con las primeras comidas.

Aumentar el número de comidas3: dos a tres al día para los lactantes de 6 a 8 meses, y tres a cuatro al día para los de 9 a 23 meses, con uno o dos refrigerios adicionales si fuera necesario.

1https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28027215 ESPGHAN (Sociedad Europea de gastroenterología, hepática y Nutrición Pediátrica)

2 http://www.who.int/nutrition/topics/complementary_feeding/es/ 

3 https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/infant-and-young-child-feeding 

www.nutriben.es