‘Chigre’, sabor asturiano en Serrano

Su nombre indica tradición y su esencia honestidad. Un nuevo local que llama por su aspecto y conquista por el estómago

 

En él abundan las referencias de platos del norte con especial atención a los guisos junto a clásicos para tapear y/o compartir, porque… ¿prefieres zona de sala o de barra?

 

 

Pastel de cabracho, fabes, fritos de pixín, merluza a la sidra, arroz con leche… un poquito de Asturias y muchos más sabores del norte esperan desde ya en Chigre (Serrano, 45. Madrid. Tel. 91 088 88 70. https://www.instagram.com/chigremadrid/?hl=es). Una casa de comidas que aúna modernidad y tradición poniendo al alcance de los amantes del buen yantar lo mejor de la ‘tierrina’ en la calle Serrano, con opciones para todos los gustos y una filosofía clara: buen producto, honestidad y cercanía.

Por ejemplo, en este ‘chigre posh’, llamado a convertirse en un referente de la zona, nunca falta la Fabada con su compango, a la que se suman a diario otros guisos como el Rabo de vaca joven estofado con parmentier, los Callos y morros muy melosos a la moda de Oviedo, el Arroz marinero de bogavante o el Pitu de caleya al ajillo. Recetas que pueden disfrutarse en cualquiera de las zonas del agradable y amplio local…

Porque quienes sean más de barra y se decanten por este espacio de la entrada, tanto con mesas altas como bajas, podrán disfrutar de una irresistible e informal carta en la que empezamos comiendo ‘Algo rico…’ como el  Bocatín de calamares y alioli -un imprescindible tanto en Madrid como en Asturias- o la Tapa de cachopín hecho en casa. A estos entrantes se suman las raciones, que saben al norte y a tradición: Ensaladilla rusa Chigre -con una buena ventresca-, Croquetas cremosas de jamón, la espectacular Tortilla de patatas con cebolla caramelizada y pimientos, los Fritos de pixín o la Tabla de quesos asturianos…Y como todo apetece, otra opción son sus menús degustación, -individuales o para compartir-, porque su espíritu es chigrero y pedir unas raciones con una botellina de sidra, muy recomendable… Otra propuesta deliciosa es su hamburguesa de ternera, acompañada de patatas y bebida, exclusiva de la zona de barra.

Si nos sentamos en la sala, al abrir la carta los entrantes siguen teniendo mucho protagonismo: Jamón ibérico 100% bellota con su pan de cristal, arbequina y tomate, Fritura de calamar, mariscos como las Navajas a la plancha, Cigalitas… -o directamente una mariscada-, Txangurro gratinado, etc. Para continuar, alguna de sus ensaladas, como la Chigre: lechuga viva, bonito, tomate y yema. A estas le siguen exquisitas carnes y pescados. Entre las primeras destacan el Steak tartar terminado en sala y el Solomillo de vaca vieja con escalopín de foie y, por supuesto, no falta el Cachopo. En cuanto a las recetas marineras, el Lomo de merluza de pincho a la sidra o el Taco de rape de Ondarroa con verduras y ajo negro serán un acierto. Y llegados a este punto… que nadie esté lleno, porque sí o sí, hay que probar su Arroz con leche, ‘requemao’ ideal para dos.

La carta de vinos acompaña a la perfección a esta cocina tradicional con D.O.’s muy variadas, vinos de la tierra y en cada categoría, al menos uno disponible para tomar por copas… Y ¿cómo no?, sidra, en este caso JR del Llagar Alto Infanzón, que seguro triunfa entre los nostálgicos astures afincados en la capital.

Chigre (https://www.instagram.com/chigremadrid/?hl=es) es un restaurante elegante, cuidado, con estética moderna y sin sobrecargas, donde el tiempo se detiene y apetece quedarse. Quizá por su alma de casa de comidas tiene un servicio impecable, cercano y atento, capitaneado por el genial Fermín Román Alamín, maître, sumiller y coctelero -campeón de España en varias ocasiones-, así que hay que dejarse asesorar y tomarse un cóctel. Por su ubicación, un tanto ‘escondido’, es el lugar perfecto para huir de la bulliciosa calle Serrano, con un aforo para 100 personas entre la sala y la zona de barra. Además, cuenta con una terraza semicubierta que puede convertirse en un reservado con capacidad para 15 personas. El precio medio es de unos 20 € en barra y 40 € en el restaurante y la cocina abre de 8:00 a 16:30 h., porque aquí también se puede venir a desayunar (atención, porque sus ‘bocatines’ mañaneros alegran el día a cualquiera…); y de 20:30 a 23:30 horas -aunque jueves, viernes y sábados el local no cierra durante la tarde para que las sobremesas puedan ser largas, distendidas y agradables-. Cierra domingos todo el día y lunes, martes y miércoles por las noches.