Una chimenea encendida y un árbol que reluce y custodia los mejores sabores de la Navidad. Así Cabaña Marconi acoge las festividades, abriendo las puertas de su restaurante como una casa en el bosque vestida de los colores de la fiesta más importante del año.
Una cabaña envuelta de encinas centenarias que parece creada por la pluma de los hermanos Grimm, da la bienvenida a la época navideña con una serie de creaciones gastronómicas inspiradas por el mítico Östermalms Saluhall, el tradicional mercado de alimentación de Estocolmo.
El rincón más íntimo de Madrid nos invita a una escapada a media hora de la capital para celebrar las navidades como en casa, donde la naturaleza no tiene secretos gracias a sus techos acristalados abiertos a las zonas verdes que rodean el ambiente. Un verdadero sueño nórdico cuya carta nos reserva las mejores sorpresas culinarias en época de festejos y pecados de gula.
Pocos conocen el caviar sueco de Kalix, que viene de los ríos de Laponia, en el archipiélago de la Bahía de Botnia. Estas huevas de Corégono adquieren un sabor único gracias a la afluencia del agua dulce de los ríos en el mar. Su color naranja lo convierte en un plato único. Pocas son las ocasiones de poderlo encontrar entre las propuestas de los restaurantes.
A parte del caviar de Kalix, producto de Indicación Geográfica Protegida, el restaurante que cuenta con recetas originales escandinavas debido al origen sueco de Marcos Olazabal, chef y creador de Cabaña Marconi, propone otros platos ideales que sería imposible degustar en España. Las Toast Skagen, una elegante combinación de gambas, huevas de pescado blanco y eneldo servidas en un trozo de pan salteado, son un plato casero típico de la tradición culinaria sueca que se suele tomar en celebraciones y ocasiones especiales.
Los platos de Cabaña Marconi esconden cada uno una anécdota y convierten la carta en un diario de viajes donde los sabores son protagonistas.
Cabaña Marconi
El encinar de los reyes
Camino del cura 233, Alcobendas Madrid
