Mi Candelita, los mejores arroces al borde del mar Cantábrico

El proyecto con más corazón de Fran Heras, propietario de Llamber y El Chigre 1769 en Barcelona, nace a la orilla del mar Cantábrico y lleva toda la luz de la vida nueva.

El cocinero regresa a Asturias para inaugurar Mi Candelita, un homenaje a la vida, la de su hija, luchadora nata y valiente con una cardiopatía congénita.

A los pies de la playa de Bañugues llegan aires del Mediterráneo para crear una experiencia gastronómica única con lo mejor de los dos litorales Oviedo, 21 de febrero de 2017.- Los aires del Mediterráneo soplan en la playa de Bañugues, en pleno mar Cantábrico, con la llegada de Mi Candelita, el proyecto con más corazón del cocinero Fran Heras , una arrocería que fusiona la cocina de ambos litorales y lleva al plato el mejor producto de la costa atlántica. El chef, propietario de Llamber y El Chigre 1769 en Barcelona, regresa a casa para poner toda la pasión en su proyecto más personal. El reciente nacimiento de Candelita, su hija, con una cardiopatía congénita, ha sido la inspiración de un restaurante que continúa, pero a la inversa, la línea gastronómica que Fran Heras se marcó hace años, el rescate y la fusión de los placeres asturianos y catalaes: " dos tierras, dos lenguas, dos cocinas con un único diálogo, la gastronomía".

Antes de todo eso, Fran Heras había pisado las grandes cocinas. Trabajó en El Bulli y también junto a Ramón Freixa y Sergi Arola. Fue jefe de cocina de La Broche de Miami y dirigió el catering del Palau de la Música de Barcelona (CookBcn) hasta que al momento de poner en marcha sus propios sueños le llegó su turno. Del Llamber de Avilés pasó al Llamber de Barcelona para después añadir a la familia El Chigre 1769.

Ahora llega Mi Candelita, el más ilusionante Los pescados frescos llegan de la rula de Luanco, los granos de arroz de pequeños productores de la Albufera, las verduras de huerta que el propio Fran Heras cultiva en ecológico y así se articula el discurso de una cocina que enamora por su sencillez, accesibilidad y sabor y que se desarrolla en un escenario único.

El Arroz del Senyoret lleva, frente al mar Cantábrico, mejillones, gambas, xargo y vieiras y La Paella de L'Horta se disfruta con pitu de caleya, conejo de campo, faba y judía verde; el Arroz Caldero, con Cabracho. El arroz negro no renuncia a la sepia y al ali oli y es toda una declaración de intenciones el de Pintarroja y Papada Cien por Cien Ibérico. Mi Candelita es un arroz vegano y solidario porque un euro de cada ración se destina a la Asociación de Padres y Amigos de Cardiopatías Congénitas (Apaci), en agradecimiento a la importante labor que desarrolla la organización. En cada plato se especifica qué variedad de grano lleva cada uno de los arroces: Gleva, Bahía de L'Estany de Pals, Albufera D.O., Carnaroli..

El dominio magistral del horno Josper de Fran Heras -trabaja impartiendo formación para la marca- también se traslada a la carta. El Pulpo A la Brasa con 'Chimichurri Marino', los pescados recién llegados de la lonja, las Gambitas de Huelva o el Entrecote de Vaca Rubia Gallega con Patatinas Asadas son algunos ejemplos, como también son buenas muestras de la importancia que del producto en su oferta las Navajas en Escabeche Tibio de Sidra o Zamburiñas Asadas con Picada de Ajo y Perejil.

Mi Candelita está a pocos pasos del mar. Tan cerca, que una de las escaleras de la playa de Bañugues llega directamente hasta el restaurante. El olivo situado en pleno centro del comedor, los tonos blancos, las contraventanas de rafia, la luz colándose por cada rincón... cada detalle es una auténtica declaración de intenciones.

En los meses de verano, además del restaurante, Mi Candelita cuenta con un área de chiringuito propiamente dicha, enfocada al tapeo informal, a los cócteles y al placer desenfadado de los días de verano.