BEBIDAS PROBIÓTICAS Deliciosos refrescos que cuidan tu flora intestinal

Las bebidas y los alimentos probióticos son excelentes para mantener la salud de la flora intestinal. Un aparato digestivo sano contribuye a reducir el estrés y la ansiedad, ayuda a mantener los problemas cutáneos a raya y estimula el sistema inmune.

Este libro incluye 65 recetas de bebidas que son grandes aliadas para mejorar nuestra salud y resultan fáciles de preparar e introducir en nuestra dieta. Con él aprenderemos, paso a paso, cómo elaborar kéfir, kombucha, jun, bebidas a base de fermentación espontánea y con suero láctico.

Además de las recetas, se incluyen unas páginas iniciales con todo lo que debemos saber para comenzar a fermentar en nuestra casa por primera vez, cuáles son los utensilios e ingredientes principales, las normas de fermentación y los problemas y soluciones más frecuentes.

¿Qué son los probióticos?

Se suele decir que un aparato digestivo sano y feliz es lo único que hace falta para alcanzar la salud y el bienestar; y los estudios parecen corroborarlo: una flora intestinal sana puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad, a mantener una piel saludable, a estimular el sistema inmunitario y mucho más. Además de una alimentación sana y de hacer ejercicio, podemos contribuir a la salud de nuestro intestino si consumimos alimentos y bebidas probióticas fermentadas. Pero ¿qué son los probióticos? Son cultivos y bacterias vivas que ayudan a mantener una flora intestinal sana.

Las bebidas probióticas, como la kombucha y el kéfir, están ganando popularidad en el mundo de las bebidas sanas, casi tanto como los zumos prensados en frío o los batidos. Otras bebidas probióticas menos conocidas, como el kvas de remolacha, el jun y el tepache, ofrecen las mismas virtudes de la fermentación, sin mencionar la delicia que pueden suponer para nuestro paladar.

Hay que ser algo paciente para elaborar todas estas bebidas fermentadas, pero no conllevan dificultad alguna. Para algunas de ellas tenemos que contar con un cultivo de microorganismos a partir de cereales o con una colonia simbiótica de bacterias y levaduras, mientras que otras fermentan por sí solas, gracias a la llamada fermentación «espontánea». Cada fermentación requiere ciertos cuidados, pero no llevará más de 5 minutos al día.

Bebidas probióticas es un libro dividido en cinco capítulos que proponen recetas tanto para bebidas fermentadas con un cultivo como para bebidas de fermentación espontánea. Cada uno de ellos empieza con una receta básica, seguida de algunas variaciones posibles a partir de ella. Muy pronto, sus deliciosas burbujas nos harán cosquillas en el paladar, por no mencionar lo feliz y sano que será nuestro intestino.

¿Con qué elaborar bebidas probióticas?

Kéfir

Kéfir viene de la palabra turca keif, que significa sensación de bienestar. Se puede preparar de agua o de leche. Para elaborar kéfir de agua se usan granos de kéfir de agua, que son pequeños gránulos, traslúcidos y gelatinosos. Contienen bacterias beneficiosas y levaduras que descomponen los azúcares en la fermentación para crear los probióticos. Para el de leche se usan granos de kéfir de leche, parecidos a los granos de kéfir de agua, excepto en su apariencia: aunque también son gelatinosos, los de kéfir de leche son blancos. Contienen bacterias buenas y levaduras que se alimentan de la leche.

Kombucha

En China llaman a la kombucha el «elixir de la eterna juventud» por sus muchas virtudes para la salud, pero lo más importante ¡es que está deliciosa! Se elabora con un hongo, también llamado madre o scoby, por las siglas en inglés, de colonia simbiótica de bacterias y levaduras. Es un hongo gelatinoso, plano y traslúcido, parecido a una tortita, que metaboliza el azúcar y el té negro en la fermentación y los transforma en kombucha.

Jun

El jun se parece mucho a la kombucha, solo que se elabora con té verde o blanco y miel, en vez de con té negro y azúcar. Con el hongo de jun, más pequeño que el de kombucha, se prepara una bebida probiótica menos ácida, pero, al igual que un hongo normal, también generará nuevas colonias que se pueden guardar, usar como abono o regalar.

Fermentación espontánea y bebidas a base de suero lácteo

Además del kéfir, la kombucha y el jun, en este libro se presentan otros tipos de bebidas probióticas. Los fermentados espontáneos son muy fáciles de elaborar pues solo se requiere de alguna fruta u hortaliza y un edulcorante. De esta manera podemos preparar potentes concentrados como el de jengibre para cuidar nuestra salud.

El suero láctico es un derivado del yogur y del kéfir y se puede usar para elaborar otro tipo de bebida probiótica. Para obtenerlo basta con cubrir un colador con dos capas de muselina o un trapo de cocina limpio y colocarlo sobre un cuenco grande. Se vacía el yogur o el kéfir de leche sobre la muselina, se cubre y deja a temperatura ambiente de 4 a 6 horas. El suero se habrá colado en el cuenco.


FICHA TÉCNICA DEL LIBRO
BEBIDAS PROBIÓTICAS
67 recetas para un intestino feliz

Caroline Hwang
Lunwerg Ed. 2019
15x21,5 cm. / 160 pp. / Rústica con solapas
PVP c/IVA: 11,95 €

A la venta desde el 8 de enero de 2019